¿Qué significa 1 Pedro 1:6?

En los versículos que van del 3 al 5, Pedro nos ha descrito la realidad que vivimos debido a que somos creyentes en Jesucristo. La misericordia de Dios para con nosotros es inmensa. En Cristo, tenemos la esperanza viva de que nosotros también resucitaremos de entre los muertos tal como Él también lo hizo, y nos espera una herencia gloriosa e infinita junto a nuestro Padre celestial. De hecho, en este mismo momento, el poder ilimitado de Dios nos está protegiendo para que no perdamos esa herencia. ¡Por la fe en Cristo, hemos alcanzado la salvación, se nos sigue salvando y alcanzaremos la salvación!

Aquí, Pedro dice que la manera en que debemos responder a esto es albergar un gran regocijo dentro de nosotros. En realidad, es importante no pensar que el regocijo significa que todo nos está yendo bien en todo momento. "Regocijarse", en este sentido, no significa necesariamente "ser feliz", tal y como se podría entender en la actualidad. Si bien el regocijo puede incluir el hecho de tener sentimientos positivos, el Nuevo Testamento a menudo nos dice que el regocijo se basa en la manera en que pensamos sobre nuestras vidas (Santiago 1:2; Filipenses 4:4).

De hecho, Pedro rápidamente reconoce que sus lectores podrían estar pasándolo mal en el momento en el que leyeran su carta, tanto externa como internamente. Sin embargo, Pedro pensaba que, aun así, debían estar regocijándose debido a que a todos ellos les esperaba la eternidad en Cristo.

Por lo tanto, debemos concluir diciendo que este "regocijo" no tiene mucho que ver con los sentimientos, sino con la fe; no se trata de ser una persona emocionalmente estable, sino que debe entenderse así: "vale la pena regocijarme en mi vida por lo que Dios está haciendo por mí en este momento. Tengo todo lo que necesito. Mi futuro está asegurado y nada puede cambiar eso. ¡Qué alegría más grande!"