¿Qué significa 1 Pedro 1:18?
En el versículo 17, Pedro dijo que nuestro amoroso Padre Dios juzga las acciones de Sus hijos, incluso aunque ya hayamos alcanzado la salvación. Por tanto, su juicio no se trata de decidir nuestro destino eterno, sino de sopesar si nuestras decisiones son las que deben emanar de un pueblo que ha sido santificado y apartado del mundo. Pedro dice que debemos vivir nuestra vida en la Tierra como extranjeros y con "temor", es decir, "reverencia".¿Cuál es la razón para este miedo? En parte, la idea es que debemos reverenciar la manera en que Dios valora nuestras vidas. Debemos apreciar la voluntad de Dios debido a que Él quiere usarnos, como Sus hijos, para llevar a cabo Sus planes y glorificarlo (Filipenses 2:12–13). Esa conciencia debería motivarnos a ser cautelosos y a ser muy precavidos a la hora de tomar decisiones a lo largo de nuestra vida.
Dios demuestra la manera en que nos valora debido al precio que pagó por todos nosotros. Dios no pagó simplemente en efectivo: "plata u oro", ni tampoco pagó con una moneda temporal para hacer una transacción eterna. En el versículo 19, Pedro nos revela que Él pagó por nosotros con la sangre de Su propio Hijo, una moneda que tenía y sigue teniendo un valor incalculable. Por tanto, esto nos deja claro que nuestro Padre Celestial nos valora muchísimo.
¿Y de qué nos redimió? Del sinsentido de nuestras vidas. Dios no solo nos salvó del infierno, sino que también nos ayudó a escaparnos del sinsentido de la existencia humana que habíamos heredado de nuestros antepasados. Dios nos compró y nos sacó de una vida que, en última instancia, no tiene sentido si Él no forma parte de ella. El mundo, sin embargo, no nos puede ofrecer esto. Lo que Pedro quiere comunicarnos con todo esto es que, debido a que Dios nos valora muchísimo y somos personas santas, deberíamos tener miedo sobre el hecho de pensar que podríamos estar desperdiciando nuestros días haciendo cosas que no tienen sentido.