¿Qué significa Mateo 9:32?
Cristo acaba de restaurarles la vista a dos hombres ciegos (Mateo 9:27–31). Esto ocurrió posiblemente durante el mismo día en que Jesús sanó a la mujer que tocó Su manto y resucitó a la niña muerta (Mateo 9:18–26). Si fuera así, entonces lo que estaba a punto de suceder se convertiría en el cuarto milagro de curación que Jesús hizo de manera consecutiva. Cada uno de estos milagros les daba más evidencia a los que estaban allí y a nosotros de que Jesús era y es el Mesías, el Hijo de Dios (Juan 20:30–31).Mientras Jesús y Su grupo salían por la puerta, alguien trajo a un hombre que era mudo y estaba siendo oprimido por un demonio. Específicamente, el demonio que oprimía al hombre le impedía hablar. Los problemas con demonios eran muy comunes durante los días de Jesús. Aquellos que intentaron expulsarlos a menudo se enfrentaron a grandes dificultades para poder hacerlo. El hecho de que Jesús pudiera simplemente ordenarles que se fueran dejaba asombrados a todos los que presenciaban Su gran poder.
Mateo 9:27–34 nos describe la curación de dos ciegos y un mudo. Los ciegos siguieron a Jesús entre la multitud, gritando: "ten misericordia de nosotros, Hijo de David!". Ellos creían que Jesús era el Mesías y Aquel que podía devolverles la vista. Jesús lo hizo, pero ellos comenzaron a decírselo a todo el mundo, incluso aunque Jesús les dijera que no lo hicieran. A continuación, le llevaron a Jesús un hombre que estaba siendo oprimido por un demonio. El demonio había provocado que el hombre no pudiera hablar. Jesús expulsó al demonio y el hombre comenzó a hablar. Las multitudes se maravillaron de esto, pero los fariseos llegaron a la conclusión de que el poder que Jesús tenía sobre los demonios provenía de Satanás.
Mateo 9 continúa mostrándonos la manera en que Jesús autenticaba Sus afirmaciones de ser el Mesías mediante poderosos milagros de curación y expulsando demonios. Jesús cura a un paralítico después de decirle que sus pecados habían sido perdonados. Entonces, Jesús llama a Mateo para que lo siga y celebra una cena con Mateo y otros recaudadores de impuestos. Jesús responde a las preguntas de unos fariseos y otras personas. Una mujer toca Su manto y se cura de una enfermedad de 12 años, y Jesús resucita a una niña muerta. Jesús le devuelve la vista a unos hombres que eran ciegos y habla con un hombre que está siendo oprimido por demonios. Jesús nos demuestra que sentía una gran compasión por las multitudes.