¿Qué significa Mateo 6:6?
La enseñanza de Jesús acerca de hacer cosas buenas en secreto seguramente fue difícil de entender y aceptar para las primeras personas que lo escucharon. Dentro de comunidades altamente religiosas e incluso legalistas, es fácil llegar a pensar que el objetivo de todos los rituales religiosos es que los demás los vieran. Las sociedades religiosas que enfatizan el honor más que el remordimiento le dan prioridad al hecho de que todos los miembros de su familia, los vecinos y la comunidad de la iglesia los vean bien. Jesús le da la vuelta a eso y nos advierte que, si la opinión de los demás es el único motivo por el que hacemos algo, Dios no nos recompensará tales acciones. En cambio, Jesús les ordena a Sus seguidores que les den limosna a los necesitados de la manera más secreta posible para evitar a toda costa que se mezclen varias motivaciones al mismo tiempo (Mateo 6:1–4).Por las mismas razones, Jesús dice que cuando le oremos al Padre debemos hacerlo en secreto, a puerta cerrada (Mateo 6:5). El Padre nos escuchará y nos recompensará, y Dios es el único "publico" que importa.
Este mandamiento no debe interpretarse como una prohibición de cualquier tipo de oración pública en la iglesia o en cualquier otro lugar. De hecho, es bueno que el comportamiento cristiano brille como una luz por todo el mundo (Mateo 5:16). En cambio, lo que Jesús condena aquí es que aquellos que oran en público, incluidos los servicios de la iglesia y otros eventos, sean conscientes de los motivos por lo que lo están haciendo. Si no pueden orar en público sin sentir que están "actuando" de alguna manera para los que están escuchándolo, es mejor orar en silencio o en privado.
En Mateo 6:1–6 Jesús nos enseña que hacer lo correcto, pero por el motivo inapropiado, no es algo bueno. Esta idea fluye de la enseñanza que compartió durante el capítulo 5, la cual se centra en la idea de que nuestros pensamientos y nuestras actitudes son tan importantes como nuestras acciones. Dios no recompensa a aquellos que hacen cosas buenas solo por la aprobación de los demás. Los hipócritas hacen lo posible para que todos noten su caridad, y también oran cuando otros puedan verlos, porque están más preocupados por la aprobación mundana que por complacer a Dios. Los verdaderos adoradores dan en silencio y oran a solas a puerta cerrada; Dios Padre lo sabe, y él los recompensa.
El Sermón del Monte continúa en el capítulo 6, con más enseñanzas de Cristo. Jesús enseña que Dios recompensa las obras que están motivadas por una verdadera devoción hacia Dios, no por la aprobación de los demás. Jesús nos enseña un modelo de oración sencillo y auténtico, y también nos advierte acerca de el hecho de acumular dinero y posesiones en la tierra. Los creyentes deben tomar el tipo de decisiones que nos ayudan a acumular tesoros en el cielo. La principal prioridad de una persona puede ser Dios o el dinero, pero no pueden ser ambos al mismo tiempo. Junto con eso, Jesús dice que los creyentes deben luchar contra la ansiedad que viene causada por las necesidades que todos tenemos diariamente. El Padre celestial sabe lo que necesitamos. Todo lo que necesitamos hacer es buscar Su reino y Su justicia y entonces Dios se hará cargo de nuestras necesidades día tras día.