¿Qué significa Mateo 6:5?
Jesús les advierte a sus oyentes que no sean hipócritas cuando se trata de hacer el bien (Mateo 6:1–4). Al decir esto, tiene en mente a los líderes religiosos de Israel (Mateo 5:20). Jesús ya ha demostrado que considerar las acciones externas como la base de nuestra fe nos puede conducir hacia una falsa espiritualidad; en cambio debemos concentrarnos en las motivaciones del corazón. La justicia que Dios desea comenzar en el corazón. Los pensamientos y las actitudes son tan importante como las palabras y los hechos a la hora de demostrar nuestra honestidad y justicia; este fue el tema principal del capítulo 5. Hacer el bien de manera que las personas alaben a Dios es algo bueno (Mateo 5:16). Lo que no es bueno es dar limosna con el motivo de ganarse los elogios de los demás (Mateo 6:1). Si es necesario, Jesús nos dice que escondamos lo que vamos a dar, para que nadie sepa que está pasando excepto nosotros mismos. De esa manera, nuestra devoción y amor se concentrarán en Dios y no en los demás (Mateo 6:2–4).Siguiendo con el mismo tema, Jesús ahora habla sobre la oración que se hace en público. Aquellos que querían anunciar su propia espiritualidad oraban en voz alta tanto en la calle como en la sinagoga. Si bien no ocurre tanto en la actualidad, sí que es posible que algunas personas se sigan concentrando en cómo los demás las observan mientras oran.
Al igual que con la caridad que es motivada por el egoísmo, Jesús dice que aquellos que oran "para que los vean" han recibido toda la recompensa que querían recibir. El Padre no honrará actos de orgullo espiritual que estén disfrazados como actos de justicia. Incluso durante la oración, es posible acabar orando por las razones equivocadas.
En Mateo 6:1–6 Jesús nos enseña que hacer lo correcto, pero por el motivo inapropiado, no es algo bueno. Esta idea fluye de la enseñanza que compartió durante el capítulo 5, la cual se centra en la idea de que nuestros pensamientos y nuestras actitudes son tan importantes como nuestras acciones. Dios no recompensa a aquellos que hacen cosas buenas solo por la aprobación de los demás. Los hipócritas hacen lo posible para que todos noten su caridad, y también oran cuando otros puedan verlos, porque están más preocupados por la aprobación mundana que por complacer a Dios. Los verdaderos adoradores dan en silencio y oran a solas a puerta cerrada; Dios Padre lo sabe, y él los recompensa.
El Sermón del Monte continúa en el capítulo 6, con más enseñanzas de Cristo. Jesús enseña que Dios recompensa las obras que están motivadas por una verdadera devoción hacia Dios, no por la aprobación de los demás. Jesús nos enseña un modelo de oración sencillo y auténtico, y también nos advierte acerca de el hecho de acumular dinero y posesiones en la tierra. Los creyentes deben tomar el tipo de decisiones que nos ayudan a acumular tesoros en el cielo. La principal prioridad de una persona puede ser Dios o el dinero, pero no pueden ser ambos al mismo tiempo. Junto con eso, Jesús dice que los creyentes deben luchar contra la ansiedad que viene causada por las necesidades que todos tenemos diariamente. El Padre celestial sabe lo que necesitamos. Todo lo que necesitamos hacer es buscar Su reino y Su justicia y entonces Dios se hará cargo de nuestras necesidades día tras día.