¿Qué significa Mateo 18:29?
La historia de Jesús ha dado un giro impactante. El rey le ha perdonado a uno de sus siervos toda su deuda de 10.000 talentos, lo cual equivale a millones de dólares en la actualidad. El rey iba a vender al hombre y a su familia como esclavos, pero se apiadó del hombre cuando se postró ante Él y le rogó al rey que tuviera paciencia. El rey le perdonó la deuda y le dijo al siervo que se fuera (Mateo 18:23–27). Esto representa la increíble paciencia y misericordia de Dios, la cuales también se las aplica a nuestra deuda: el pecado, el cual no puede desaparecer a través de nuestras propias obras (Tito 3:5).Sin embargo, en lugar de ser un final feliz, el siervo salió inmediatamente y se encontró a otro consiervo que le debía dinero. Esta deuda era 100 denarios, una cantidad que equivale a 100 días de salario. En realidad, esta no era una cantidad trivial, pero no se puede comparar con el dinero que el rey le perdonó al siervo. Sin embargo, este hombre le exigió un pago inmediato al otro siervo, agarrándolo incluso por el cuello. Este segundo siervo entonces se postró ante el primero y le rogó que tuviera paciencia con Él, que al final se lo pagaría.
En ese momento, el primer siervo se encontraba en el mismo lugar en el que había estado el rey, pero al final no hará lo mismo (Mateo 18:30).
En Mateo 18:21–35, Jesús responde a la pregunta de Pedro sobre cuántas veces debemos perdonar a un hermano que peque contra nosotros. Jesús cuenta una parábola sobre el siervo de un rey. El rey le perdona la enorme e impagable deuda que el hombre acarreaba consigo. Sin embargo, el siervo se niega más tarde a perdonar una deuda mucho menor que alguien le debía a él y hace que metan a ese hombre en prisión. El rey se pone furioso y le pregunta al siervo la razón por la que no le mostró la misma misericordia que él había recibido. Al final, el rey hizo que encarcelaran al hombre hasta que lo pagara todo. Jesús dice que Dios Padre hará lo mismo con aquellos que no perdonan a sus hermanos.
En este capítulo, Jesús usa dos preguntas de los discípulos para enseñarles algunas lecciones importantes. El "mayor" en el reino es el que se humilla tanto como un niño. Ser tentado es algo inevitable en nuestra vida terrenal, pero vale la pena llegar a los extremos para no caer en el pecado. Aun así, los que se caen no deben ser odiados ni despreciados. Dios Padre los valora mucho y no quiere que ninguno de ellos perezca. De hecho, Jesús establece un proceso claro y cuidadoso para ayudarnos a enfrentarnos al pecado en los demás antes de que debamos alejarlos de la comunidad. Cristo también responde a la pregunta de Pedro sobre el perdón con una parábola. Esa historia representa tanto la asombrosa naturaleza del perdón de Dios como la forma en que debemos responder nosotros siendo cristianos.