Verso

Mateo 18:25

LBLA Pero no teniendo él con qué pagar, su señor ordenó que lo vendieran, junto con su mujer e hijos y todo cuanto poseía, y así pagara la deuda.
NBLA Pero no teniendo él con qué pagar, su señor ordenó que lo vendieran, junto con su mujer e hijos y todo cuanto poseía, y así pagara la deuda.
NVI Como él no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, y todo lo que tenía, para así saldar la deuda.
RV1960 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
JBS Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su señor venderle, y a su mujer e hijos, con todo lo que tenía, y pagar.

¿Qué significa Mateo 18:25?

Jesús está contando una parábola para ilustrar la razón por la que aquellos que lo siguen deben estar dispuestos a perdonar a todos por todo. Entonces comenzó a compartir una parábola sobre un rey a quien uno de sus siervos le debía 10.000 talentos (muchísimo dinero). Jesús usó este número como una exageración. Quizás hizo reír a los que estaban escuchándolo porque esa cantidad era una barbaridad. Un trabajador común ganaba alrededor de un talento en el transcurso de veinte años; la cifra que mencionó Jesús podría equivaler a millones de dólares en la actualidad (Mateo 18:23–24). Por lo tanto, no había nadie que pudiera pagar ese dinero.

Sin embargo, como el hombre no podía pagar, el rey decidió conseguir lo que pudiera. Entonces, ordenó que el siervo fuera vendido como esclavo, junto con su esposa e hijos y todo lo que poseía, para que pudiera ganarse algo. Esta era una práctica común en la antigüedad: vender como esclavos a aquellos que debían más de lo que podían pagar, aunque el pueblo judío no lo hacía de esta manera.

La ganancia del rey por hacer una venta así habría sido muy pequeña en comparación con lo que se le debía. El precio de un esclavo alcanzaba los 2.000 días de salario como máximo. Incluso si el rey obtuviera ese precio por cada miembro de la familia del siervo, esa cantidad no se habría acercado ni a una fracción del porcentaje de la cantidad que se le debía al rey.
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Resumen de contexto
En Mateo 18:21–35, Jesús responde a la pregunta de Pedro sobre cuántas veces debemos perdonar a un hermano que peque contra nosotros. Jesús cuenta una parábola sobre el siervo de un rey. El rey le perdona la enorme e impagable deuda que el hombre acarreaba consigo. Sin embargo, el siervo se niega más tarde a perdonar una deuda mucho menor que alguien le debía a él y hace que metan a ese hombre en prisión. El rey se pone furioso y le pregunta al siervo la razón por la que no le mostró la misma misericordia que él había recibido. Al final, el rey hizo que encarcelaran al hombre hasta que lo pagara todo. Jesús dice que Dios Padre hará lo mismo con aquellos que no perdonan a sus hermanos.
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Resumen del capítulo
En este capítulo, Jesús usa dos preguntas de los discípulos para enseñarles algunas lecciones importantes. El "mayor" en el reino es el que se humilla tanto como un niño. Ser tentado es algo inevitable en nuestra vida terrenal, pero vale la pena llegar a los extremos para no caer en el pecado. Aun así, los que se caen no deben ser odiados ni despreciados. Dios Padre los valora mucho y no quiere que ninguno de ellos perezca. De hecho, Jesús establece un proceso claro y cuidadoso para ayudarnos a enfrentarnos al pecado en los demás antes de que debamos alejarlos de la comunidad. Cristo también responde a la pregunta de Pedro sobre el perdón con una parábola. Esa historia representa tanto la asombrosa naturaleza del perdón de Dios como la forma en que debemos responder nosotros siendo cristianos.
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¿Qué es el evangelio?
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