¿Qué significa Mateo 18:21?
Pedro probablemente pensó que estaba siendo generoso y noble después de haberle hecho esta pregunta a Jesús. Jesús acaba de terminar de describir el proceso sobre qué hacer cuando un creyente en Jesús peca contra otro. Es un proceso que comienza con una conversación en privado entre los dos, y si la persona que ha cometido el pecado no se arrepiente, esa persona acaba siendo expulsada de la comunidad de seguidores de Jesús (Mateo 18:15–20).Pedro parece estar pensando en los casos en los que alguien peca repetidamente contra otra persona. Los rabinos judíos requerían que aquellos que seguían la ley perdonaran a una persona que fuera culpable de la misma ofensa hasta tres veces. Entonces podían dejar de perdonarlos. De acuerdo con esa manera de pensar, la persona que hubiera pecado se quedaba sin opciones. Pedro parece saber que el estándar de Jesús iba a ser más alto, por lo que incrementó el número de veces que debemos perdonar a alguien: "¿Hasta siete veces?" Jesús, como siempre, le dará a Pedro una respuesta sorprendente.
En Mateo 18:21–35, Jesús responde a la pregunta de Pedro sobre cuántas veces debemos perdonar a un hermano que peque contra nosotros. Jesús cuenta una parábola sobre el siervo de un rey. El rey le perdona la enorme e impagable deuda que el hombre acarreaba consigo. Sin embargo, el siervo se niega más tarde a perdonar una deuda mucho menor que alguien le debía a Él y hace que metan a ese hombre en prisión. El rey se pone furioso y le pregunta al siervo la razón por la que no le mostró la misma misericordia que Él había recibido. Al final, el rey hizo que encarcelaran al hombre hasta que lo pagara todo. Jesús dice que Dios Padre hará lo mismo con aquellos que no perdonan a sus hermanos.
En este capítulo, Jesús usa dos preguntas de los discípulos para enseñarles algunas lecciones importantes. El "mayor" en el reino es el que se humilla tanto como un niño. Ser tentado es algo inevitable en nuestra vida terrenal, pero vale la pena llegar a los extremos para no caer en el pecado. Aun así, los que se caen no deben ser odiados ni despreciados. Dios Padre los valora mucho y no quiere que ninguno de ellos perezca. De hecho, Jesús establece un proceso claro y cuidadoso para ayudarnos a enfrentarnos al pecado en los demás antes de que debamos alejarlos de la comunidad. Cristo tambiÉn responde a la pregunta de Pedro sobre el perdón con una parábola. Esa historia representa tanto la asombrosa naturaleza del perdón de Dios como la forma en que debemos responder nosotros siendo cristianos.