Mateo 10:26

LBLA Así que no les temáis, porque nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse.
NBLA “Así que no les tengan miedo, porque nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse.
NVI »Así que no les tengan miedo; porque no hay nada encubierto que no llegue a revelarse, ni nada escondido que no llegue a conocerse.
RV1960 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
JBS Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.

¿Qué significa Mateo 10:26?

Jesús les ha estado advirtiendo a Sus discípulos acerca de la gran persecución que vendría cuando comenzaran a representarlo a Él y a Su enseñanza por todo el mundo. Después de todo, un siervo debería esperarse recibir el mismo trato que recibiría su maestro (Mateo 10:24–25). Jesús ha mencionado a un grupo de personas que iban a perseguirlos: los líderes religiosos judíos, quienes dijeron que Jesús era Satanás (Mateo 9:34; 12:24) Entonces, les dijo: ¿no calumniarán y maltratarán entonces a Sus discípulos cuando comenzaran a declarar que Jesús era y es, en verdad, el Hijo de Dios?

Ahora Cristo insiste en que los apóstoles no deberían tener miedo. Jesús no les estaba diciendo esto para que evitaran la persecución, sino para que pudieran soportarla. Al final, se demostraría que los seguidores de Cristo tenían razón y los verdaderos motivos que habría detrás de las acusaciones que hacían en contra de Jesús saldrían a la luz. Lo "encubierto se manifestaría" y "lo oculto se acabaría sabiendo". Al final, todos estarían de acuerdo en que Jesús era y es el Señor, el Hijo de Dios, el Mesías (Filipenses 2:9–11). Los líderes religiosos judíos podían decir que los discípulos de Jesús eran herejes e incluso podían llegar a matarlos por ello, pero al final se demostraría que tenían razón y fueron fieles a Dios en todo momento y con todas las personas.
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Resumen de contexto
Mateo 10:26–33 continúa con Jesús animando a Sus apóstoles, mientras los estaba enviando a los Doce y les estaba otorgando Su autoridad. Jesús les ordena a los apóstoles que proclamen por todas partes lo que les estaba diciendo ahora. A ellos también los perseguirían, pero no debían tener miedo. Sus enemigos solo podían matar el cuerpo, pero Dios, en cambio, puede también matar el alma. Por lo tanto, debían recordar que su Padre se preocuparía por ellos. Dios estaría allí cuando se cayeran. Jesús dice que, un día, él también reconocería ante Su Padre a todo aquel que lo reconociera ante los demás. Aquellos que negaran quien era, el Hijo de Dios, Jesús también los negaría a ellos.
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Resumen del capítulo
Jesús les dio la autoridad y el poder que él mismo tenía sobre las enfermedades, los demonios e incluso la muerte a Sus doce apóstoles, a quienes él mismo había elegido. Jesús les da instrucciones en preparación tanto para un viaje a corto plazo que iban a realizar hacia los pueblos de Galilea como para Su ministerio después de que él los dejara. Primero, iban a predicar Su mensaje del reino en los pueblos israelitas mientras sanaban y expulsaban demonios para demostrar el poder de Jesús. Después, sufrirían una gran persecución ante los judíos y gentiles al intentar representar a Jesús. Sin embargo, no debían tener miedo, y debían confiar en que su Padre estaría con ellos y los recompensaría por hacer todo esto.
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¿Qué es el evangelio?
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