¿Qué significa Génesis 2:19?

Este versículo revela otro aspecto del propósito del hombre en el mundo que Dios había creado. El hombre tenía la tarea de usar la autoridad y la creatividad que Dios le había dado para nombrar a los animales. La imagen que se nos ofrece aquí es poderosa y sutil al mismo tiempo. Dios crea los animales salvajes y las aves, y luego, eventualmente, se los lleva al hombre para que él les pusiera nombres.

Dios parece estar complacido al ver al hombre realizar esta tarea. De hecho, parece que Dios no está dirigiendo al hombre mientras el hombre les está poniendo nombre a los animales; realmente está dejando que el hombre use su propia creatividad, juicio y proceso para encontrar estos nombres. Más tarde, Dios permite que esos nombres sean los verdaderos nombres de los animales. Es verdaderamente un privilegio y un honor que Dios le conceda a este hombre la posibilidad de participar en la obra de construcción y mantenimiento de esta nueva creación.

Más que eso aún, el acto de nombrar otra cosa es algo muy significativo dentro del contexto del libro de Génesis. El acto de nombrar algo a menudo implica que el que la nombra tiene un dominio y una responsabilidad sobre la cosa nombrada. Dios ya le ha dado instrucciones al hombre para que someta la tierra y reine sobre todas las criaturas (Génesis 1:28). Hacer que el hombre nombrara a los animales es otra forma de darle la responsabilidad de reinar, someter y cuidar a los animales.

Este pasaje también es importante en el contexto del versículo 18, durante el cual Dios declaró Su intención de ayudar al hombre. Al traer a todos los animales en vivo, Dios puede enfatizar el hecho de que ninguno de ellos era un compañero adecuado para el hombre. El hombre podrá ver, de primera mano, que ningún otro ser creado era igual a él. Solo las personas, hombres y mujeres, deben unirse como "una sola carne" (Génesis 2:23) y compartir ese nivel de conexión tan profundo que Dios nos ha permitido tener.