¿Qué significa 1 Timoteo 5:1?

El capítulo 5 inicia una nueva sección en la que Pablo se centra en la manera en que Timoteo debía tratar a los distintos grupos de personas que hay dentro de la iglesia. En los versículos 1 y 2, Pablo se centra en los hombres, dirigiéndose tanto a los ancianos como a los jóvenes. Timoteo no debía "reprender" o hablarles con dureza a los hombres mayores, sino tratarlos como si fueran padres. Al mismo tiempo, debemos tener en cuenta que hay ocasiones en las que los cristianos deben "reprender" a quienes enseñan o practican ciertas cosas (1 Timoteo 5:20; 2 Timoteo 4:2). Sin embargo, en la mayoría de los casos, y especialmente cuando se trata de un compañero creyente, la mejor táctica es la amabilidad y el respeto. Esta actitud contribuye en gran medida a mejorar el tipo de impacto que tenemos sobre las personas que no creen (1 Pedro 3:15–16). De hecho, tratar a los hombres mayores como si fueran "padres", en aquella cultura, no era poca cosa, ya que un padre debía ser tratado con respeto y honor (Éxodo 20:12).

Los hombres más jóvenes debían ser tratados como si fueran "hermanos", lo cual significa que debían ser considerados como si fueran familia, no como miembros de un club, empleados o esclavos. En este versículo, Pablo le da a Timoteo un consejo muy similar al que Pedro le dio a los ancianos de la iglesia: "cuiden de la grey de Dios, que está bajo su cuidado. Pero háganlo de manera voluntaria y con el deseo de servir, y no por obligación ni por el mero afán de lucro. No traten a la grey como si ustedes fueran sus amos. Al contrario, sírvanle de ejemplo" (1 Pedro 5:2–3). Pablo llamó "hermanos" a todos los miembros varones de la Iglesia, incluidos los esclavos (1 Timoteo 6:2), para recordarles que todos eran iguales en Cristo.

El contexto específico de lo que Pablo dice aquí es el pasaje final del capítulo 4: el papel que Timoteo debía desempeñar como maestro y líder de la iglesia. Pablo no le está diciendo a Timoteo (ni a nosotros) que tratemos a cada hombre de la iglesia tal y como tratamos a nuestros hermanos o padres de sangre. Más bien, Pablo dice que esa era la actitud con la que Timoteo debía dirigir a la iglesia debido a que era su líder espiritual.