¿Qué significa Santiago 1:6?
En el versículo anterior, Santiago nos reveló una promesa asombrosa. El Dios que creó el universo les ofrece Su sabiduría a todos los que se la piden, y no se la da basándose en sus méritos, sino sólo en base a nuestra petición. ¿Por qué? Tal y como lo dejó claro Santiago en los versículos que van del 2 al 4, Dios quiere que sus hijos confíen en Él y está dispuesto a recompensar esa confianza que depositamos en Él. Una de esas pruebas consiste en pedirle sabiduría cuando no sabemos qué hacer.Sin embargo, hay una condición adicional que debe cumplirse para que Dios nos ofrezca Su sabiduría cuando la necesitemos: debemos creer y no dudar. En otras palabras, Dios quiere que lleguemos a Él convencidos de que Él es la única fuente verdadera de sabiduría y de que la sabiduría que Él nos da es digna de confianza. Dios quiere que estemos preparados para actuar en consecuencia. La persona que duda de la sabiduría de Dios o de la voluntad que tiene para ofrecérnosla, seguramente no aceptará lo que Dios querrá ofrecerle. Espiritualmente, esas personas acaban buscando respuestas en otros lugares. En los días de Santiago, muchas personas confiaban en ídolos falsos. En la actualidad, hay muchas fuentes falsas de sabiduría en las que muchas personas confían: falsos maestros, cultura pop, celebridades, etc.
Por tanto, las personas que dudan de la sabiduría de Dios, dice Santiago, son como una ola durante una tormenta de viento. ¿Quién sabe dónde terminará? Nadie, porque está a merced de la brisa que sople más fuerte en ese momento.