¿Qué significa Santiago capitulo 4?
Santiago les escribió esta carta a todos los cristianos judíos del primer siglo (Santiago 1:1). Aquí, en el capítulo 4, Santiago les dice que han estado siguiendo el estilo de vida del mundo, un estilo de vida que no es espiritual, y esto era lo que estaba provocando peleas y riñas entre ellos. Cuando las personas siguen ese estilo de vida, intentan conseguir todo lo que quieren y se molestan con las personas que se interponen en su camino. Al final, todo eso acaba provocando peleas, riñas, e incluso asesinatos. En lugar de confiar en que tienen un Padre celestial amoroso que les dará todo lo que necesitan en el momento perfecto, las personas que se dejan llevar por el mundo siempre acaban peleándose por obtener lo que quieren.Santiago dice que seguir al mundo es como cometer adulterio. ¿Te dejas llevar por la sabiduría del mundo, mientras afirmas ser un creyente cristiano? Si es así, estás engañando a Dios mientras intentas servirte a ti mismo. En realidad, no puedes servirle al mundo y a Dios al mismo tiempo. Si sirves al mundo, te haces enemigo de Dios (Santiago 4:1–5).
Santiago dice que, si el orgullo te ciega y sigues por ese camino, Dios se opondrá a ti, pero no te rechazará. Dios siempre espera que nos arrepintamos, ya que Él nos da Su gracia en abundancia (Santiago 4:6).
Entonces, Santiago les dice a las personas que están atrapadas por el estilo de vida del mundo que se den la vuelta y vuelvan con Dios, que se alejen de Satanás y se acerquen a Dios. Dios se acercará a nosotros. ¡La gracia de Dios es inmensa! Debemos limpiarnos de nuestro pecado y entregarnos a Dios de todo corazón. Debemos ser humildes y dejar de pensar solo en nosotros mismos y confiar en que Dios nos exaltará a su debido tiempo y de una forma que jamás podríamos haber conseguido por nosotros mismos (Santiago 4:7–10).
Dios es el único juez, y Él fue quien escribió la Ley. Por tanto, no debemos juzgar a otras personas como si nosotros fuéramos los jueces, ya que de eso solo se encarga Dios. (Santiago 4:11–12).
Con verdadera humildad, los cristianos saben que sus vidas penden de un hilo. Dios es el que nos permite hacer lo que hacemos. Por tanto, no debemos ser arrogantes y anunciar al viento lo que haremos para buscarnos la vida en el futuro, ya que eso demuestra que somos malvados y tontos, además de que no tiene sentido hacerlo. En lugar de eso, debemos hacer planes sabiendo que Dios puede cambiarlos en cualquier momento (Santiago 4:13–16).
Santiago también dice algo importante sobre la ética cristiana: no solo debemos evitar hacerles daño a los demás, sino que la Biblia en realidad nos obliga a hacer el bien en todo momento. Tal y como lo dice Santiago, cuando sabemos lo que debemos hacer, pero no lo hacemos, estamos pecando (Santiago 4:17).