¿Qué significa Santiago 1:2?
Otros autores, tal y como Pablo, suelen comenzar sus cartas de una manera gradual. Sin embargo, con Santiago no ocurre lo mismo. De repente y sin rodeos, Santiago inmediatamente comienza a compartir las ideas más importantes que quiere comunicar en su carta. Santiago comienza compartiendo una orden profundamente desafiante. En esencia, dice que deberíamos estar alegres cuando nos suceden cosas malas.Por supuesto, eso es exactamente lo contrario a la manera en que los seres humanos responden ante las dificultades. Muchos de los lectores de Santiago probablemente se estaban enfrentando a muchos problemas, tales como la pobreza y la persecución, y por eso usa a propósito la frase "pasando diversas pruebas". Todo el mundo pasa por momentos difíciles. Santiago está diciendo que los creyentes deben responder ante los problemas, sin importar lo difíciles que sean, pensando que son "dichosos". ¿Qué significa eso y por qué razón escribiría Santiago algo así para la gente que estaba sufriendo?
Como siempre, el contexto es clave para comprender el significado de las Escrituras. Los versículos 3 y 4 nos proporcionan una explicación crucial acerca de lo que quiere decir Santiago. Si nos detenemos en este versículo y no seguimos leyendo, eso puede provocar que acabemos malinterpretándolo. Además, también debemos darnos cuenta de lo que Santiago NO está diciendo. Santiago no les está ordenando a los cristianos que "se sientan felices" cuando estén pasando por cosas difíciles, sino que nos consideremos "dichosos", que lo identifiquemos como algo por lo que vale la pena regocijarse.
El verbo "considerarse" viene del griego hēgēsasthe, que es un término que se usa comúnmente dentro del contexto de la contabilidad. La palabra se relaciona con organizar o recolectar cosas. Santiago está insinuando que debemos registrar nuestras dificultades como si formaran parte de una cuenta de ahorros que nos servirá para la próxima vida. Santiago no está hablando cuál debería ser nuestra respuesta emocional inmediata cuando nos pase algo malo, como una enfermedad o la pérdida de un ser querido, sino que nos está ayudando a categorizar y a evaluar ese momento dentro del contexto de nuestra vida de principio a fin.
Sin embargo, este mandamiento sigue siendo una orden difícil. Al mismo tiempo, hay algo importante que muchas veces se nos olvida: este mandamiento nos ayuda a decidir la manera en que pensamos sobre las cosas que nos ocurren. Puede que no seamos capaces de controlar nuestras circunstancias, pero aparentemente sí que podemos controlar la manera en que pensamos sobre ellas. Cuando nos suceden cosas malas, podemos decir inmediatamente: "esto es terrible. ¡Qué horrible! ¡Mi vida es un desastre! ¿Por qué me tiene que pasar todo a mí?" O también podemos decirnos a nosotros mismos: "esto es difícil, pero lo voy a superar seguro y aprenderé a ser más fuerte. Considero que vale la pena regocijarse por el crecimiento y la fuerza que recibiré, incluso aunque duela".
Todo esto nos lleva a hacernos la siguiente pregunta: ¿por qué razón Dios querría que respondiéramos antes las cosas malas de la vida de esta manera? Durante los próximos dos versículos, Santiago responde a esta pregunta.