Verso

Santiago 1:13

LBLA Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios ; porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie.
NBLA Que nadie diga cuando es tentado: “Soy tentado por Dios.” Porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie.
NVI Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta». Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie.
RV1960 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
JBS Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios; porque Dios no puede ser tentado de los males, ni él tienta a alguno;

¿Qué significa Santiago 1:13?

Santiago abrió esta carta ordenándoles a los cristianos que vean las dificultades de sus vidas como algo significativo y, en última instancia, incluso beneficioso. Las dificultades por las que pasamos durante nuestra vida terrenal son en realidad oportunidades que recibimos para confiar en Dios de una manera mucho más profunda. Al mismo tiempo, esas dificultades se pueden convertir en una trampa, una excusa que acabamos utilizando para justificar la decisión de dejar de confiar en Él y alejarnos de Su presencia. La tentación que viene de las dificultades por las que pasamos es la de dejar de confiar en Dios. En algún momento, podríamos llegar a la conclusión de que Dios no es lo suficientemente fuerte como para darnos lo que necesitamos, que no es lo suficientemente fiel como para satisfacer nuestras necesidades, y que tampoco es compasivo ni con nuestro dolor ni con nuestra angustia. Por tanto: ¿es Dios bueno? ¿Es amoroso? ¿Es todopoderoso?

Santiago está hablando sobre la manera en que elegimos responder a ese tipo de preguntas sobre Dios cuando lo estamos pasando realmente mal. Si decidimos llegar a la conclusión de que Dios no es fiel, nos acabamos alejando de Él y dejamos de obedecerlo. En cambio, si llegamos a la conclusión de que Él es digno de confianza, nos acercaremos a Él en busca de más ayuda con el fin de tener una conexión más profunda con Él.

Aquí, Santiago nos deja claro que no debemos culpar a Dios por las tentaciones a las que nos exponemos, "porque Dios no tienta a nadie". Dios nunca prepara lo que va a ocurrir en nuestras vidas con la intención de que nos alejemos de Él. Dios siempre nos anima a acercarnos más y más a Él. Por tanto, el propósito de las pruebas no es alejarnos de Dios, sino acercarnos más a Él.

A los cristianos nunca se les garantiza el hecho de que tendrán una vida fácil, o incluso una vida más fácil de la que tendrán algunas personas que no creen, sino todo lo contrario: al volvernos amigos de Dios nos volvemos enemigos del mundo caído que nos rodea (Juan 16:1–4). Entonces comenzarán a llegar las dificultades (Juan 15:18–20), y esas dificultades pondrán a prueba nuestra fe. Sin embargo, la tentación de serle infieles a Dios durante las dificultades no proviene de Él, ya que, por definición, Dios es bueno: "Dios no tienta a nadie, ni tampoco el mal puede tentar a Dios".

Entonces, ¿de dónde viene la tentación? En el versículo 14, Santiago nos explicará de dónde viene las tentaciones que nos animan a rechazar a Dios.
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