Mateo 25:41

LBLA Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles.
NBLA “Entonces dirá también a los de Su izquierda: ‘Apártense de Mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles.
NVI »Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
RV1960 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
JBS Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles;

¿Qué significa Mateo 25:41?

Después de un tiempo de gran sufrimiento y tribulación en la Tierra (Mateo 24:21–22), Jesús finalmente regresará como Rey y Juez (Mateo 25:31–32). Sentado en Su trono, reunirá a todas las personas delante de Él y las dividirá en dos grupos: "ovejas" y "cabras" (Mateo 25:33). La razón de este simbolismo es simplemente la de separar dos grupos que son similares pero diferentes al mismo tiempo. Las personas de la época de Jesús estaban familiarizadas con los pastores y su profesión. Al llegar la noche dividían a las ovejas y a las cabras en dos grupos diferentes.

Las "cabras", que se colocaron a la izquierda del Rey, habrán escuchado la manera en que Jesús le dará la bienvenida al otro grupo, las ovejas, al lugar que les corresponde en Su reino en la Tierra. Jesús describió a ese grupo diciendo que Su Padre los había bendecido y dijo que todo lo que hicieron por sus hermanas y hermanos, lo hicieron por Él también (Mateo 25:34–40).

En cambio, el segundo grupo recibe un mensaje totalmente diferente; los llama "malditos" y los destierra hacia el destino eterno que también le espera tanto a Satanás como a sus demonios. A diferencia del primer grupo, estas personas claramente no creían en Jesús, lo cual se prueba por el hecho de que no le fueron fieles mientras Él estuvo ausente. Los próximos versículos explorarán la misma idea que Jesús les explicó a los creyentes que sí recibieron la salvación: que cuando les sirvieron a los demás, al mismo tiempo le estaban obedeciendo a Él, lo cual era prueba de la legitimidad de su fe (Juan 13:31–35; 14:15; 1 Juan 3:11).

En la Biblia, los demonios son ángeles que se unieron a Satanás en su rebelión contra Dios. Durante Su ministerio terrenal, Jesús expulsó muchos demonios de personas que estaban siendo afligidas por ellos (Marcos 1:34). La manera en que Jesús los describe aquí nos muestra que Satanás es el responsable de todas las hordas de ángeles caídos que le sirven para luchar contra Dios. Todos ellos están destinados a ser arrojados en un fuego eterno (Marcos 9:48), que es el mismo lugar donde habitarán las almas humanas que rechazaron y rechazarán a Cristo (Marcos 9:43).
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Resumen de contexto
Mateo 25:31–46 nos describe el juicio que Jesús traerá al mundo, uno que tendrá lugar cuando él regrese como Rey junto con Sus ángeles y ocupe Su lugar en el trono. Jesús dividirá el mundo en dos grupos: las "ovejas" y las "cabras". Las ovejas serán bienvenidas y alabadas por haber servido a los más necesitados. En cambio, Jesús arrojará a las cabras en el fuego eterno y las condenará por no haber servido a los más necesitados. Esta sección aparece al final del Discurso de los Olivos, el cual comenzó cuando los discípulos le hicieron a Jesús algunas preguntas acerca de los últimos días (Mateo 24:3). Este pasaje es notoriamente difícil de interpretar, por lo que es especialmente importante analizarlo con precaución. Aunque este pasaje se considera una "parábola", debido a que utiliza términos que tratan sobre los pastores y sus ovejas, la situación que se describe aquí parece ser muy real.
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Resumen del capítulo
Jesús usa dos parábolas adicionales para ilustrar la manera en que Sus seguidores debían estar prepararse para Su regreso después de que él se hubiera ido. Sus seguidores debían continuar haciendo lo que él les había encomendado mientras lo esperaban. Por tanto, no debían ser como las jóvenes insensatas que se perdieron un banquete de bodas porque se olvidaron de traer aceite para sus lámparas. Debían ser como los siervos que llegaron incluso a duplicar las inversiones de su dueño mientras él se había ido. Jesús concluye con un tercer pasaje muy descriptivo, durante el que nos muestra la manera en que juzgará a los justos y los injustos cuando regrese como Rey.
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¿Qué es el evangelio?
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