¿Qué significa Mateo 25:34?
Jesús, estando en Su trono después de un tiempo de gran tribulación (Mateo 24:21–22) en algún momento durante los últimos tiempos (Mateo 24:3), separará a un grupo masivo de personas en dos grupos. Los eruditos debaten si las personas que serán juzgadas serán todos los pueblos de la Tierra, los no creyentes o los no judíos. Los intérpretes también están en desacuerdo sobre si este evento es diferente del juicio del gran trono blanco, durante el que se juzgará a los no creyentes (Apocalipsis 20:11–15) y diferente del tribunal de Cristo de los creyentes (2 Corintios 5:10), o si es una descripción general del destino eterno de cada persona (Mateo 7:13–14; Juan 3:36; 14:6).Durante este evento, Jesús ha dividido a todas las personas usando únicamente dos categorías: "ovejas" a Su derecha y "cabras" a Su izquierda (Mateo 25:31–33).
Ahora el Rey se dirige al grupo de las "ovejas" y les da la bienvenida a Su reino. Algunos ven esto como una representación del reino milenario (Apocalipsis 20:1–6). Otros lo interpretan como una idea general de la eternidad con Dios y la salvación. Cristo dice que este grupo está siendo bendecido por su Padre y declara que han heredado un lugar en Su reino, el cual había sido preparado para ellos desde la fundación del mundo (Efesios 1:4). Esa referencia se hace eco de otras declaraciones bíblicas que hablan sobre "los elegidos" (Mateo 24:22; Marcos 13:27; Romanos 11:7; Tito 1:1). Los elegidos son aquellos que han puesto su fe en Jesús, personas que consideran que Cristo es su Salvador y Señor: son verdaderos cristianos, escogidos por Dios para recibir el perdón misericordioso de sus pecados basándose en su fe en Cristo.
Tal y como lo indicará Jesús, aquellos que hayan confiado en Él habrán demostrado esa fe (Juan 14:15) a través de la obediencia (Mateo 10:40–42).
Mateo 25:31–46 nos describe el juicio que Jesús traerá al mundo, uno que tendrá lugar cuando Él regrese como Rey junto con Sus ángeles y ocupe Su lugar en el trono. Jesús dividirá el mundo en dos grupos: las "ovejas" y las "cabras". Las ovejas serán bienvenidas y alabadas por haber servido a los más necesitados. En cambio, Jesús arrojará a las cabras en el fuego eterno y las condenará por no haber servido a los más necesitados. Esta sección aparece al final del Discurso de los Olivos, el cual comenzó cuando los discípulos le hicieron a Jesús algunas preguntas acerca de los últimos días (Mateo 24:3). Este pasaje es notoriamente difícil de interpretar, por lo que es especialmente importante analizarlo con precaución. Aunque este pasaje se considera una "parábola", debido a que utiliza tÉrminos que tratan sobre los pastores y sus ovejas, la situación que se describe aquí parece ser muy real.
Jesús usa dos parábolas adicionales para ilustrar la manera en que Sus seguidores debían estar prepararse para Su regreso despuÉs de que Él se hubiera ido. Sus seguidores debían continuar haciendo lo que Él les había encomendado mientras lo esperaban. Por tanto, no debían ser como las jóvenes insensatas que se perdieron un banquete de bodas porque se olvidaron de traer aceite para sus lámparas. Debían ser como los siervos que llegaron incluso a duplicar las inversiones de su dueño mientras Él se había ido. Jesús concluye con un tercer pasaje muy descriptivo, durante el que nos muestra la manera en que juzgará a los justos y los injustos cuando regrese como Rey.