¿Qué significa Mateo 21:33?
Las parábolas son historias que ilustran verdades importantes. En este capítulo del evangelio de Mateo, esas verdades se refieren a las formas en que los líderes religiosos de Israel habían decidido no obedecer a Dios. En la historia anterior, Jesús comenzó pidiendo la opinión de Sus oyentes (Mateo 21:28). Aquí, Jesús comienza con una orden para que lo escucharan atentamente.Jesús nos presenta al dueño de una finca. Este hombre plantó un viñedo y luego lo convirtió en una propiedad con el fin de que le produjera ganancias. El dueño puso una cerca alrededor de la viña para mantener alejados a los animales y a los ladrones. También puso un lagar para procesar la uva, y levantó una torre de vigilancia para que los labradores pudieran estar atentos a posibles amenazas, ya fueran enemigos, ladrones o el peligro de que se iniciara un fuego que lo quemara todo. Cuando todo estaba listo, el dueño le arrendó su viña a unos labradores que trabajarían allí y le pagarían un alquiler. Al final, el dueño se fue de allí.
Jesús describió una situación que, de hecho, era muy común en Judea y otras partes del mundo. Los terratenientes ricos a menudo alquilaban sus tierras y vivían de la renta, la cual a veces recibía en forma de cultivos. Esta parábola está destinada a recordarles a los oyentes judíos acerca de un pasaje familiar proveniente del Antiguo Testamento. Isaías 5:1–7 también describe una viña metafórica, la cual representa la casa de Israel, que le pertenece al Señor. Cuando el producto de la viña, el pueblo de Israel, no da el fruto que debería, al final acaba destruyéndola.
En la parábola de Jesús, el dueño de la tierra vuelve a ser el Señor y la viña es Israel. Esta vez, sin embargo, hay labradores que trabajan la viña que representan a los líderes religiosos de Israel, quienes estaban encargados de atender—cuidar y cultivar—las vides en el campo. La historia de Jesús nos acabará mostrando que estos labradores no eran buenos inquilinos.
Mateo 21:33–46 comienza con otra parábola de Jesús acerca de una viña. Esta involucra a unos arrendatarios que se negaron a pagarle al propietario la parte acordada de las cosechas. En cambio, maltrataron y mataron a los sirvientes que el dueño envió y luego mataron al hijo del dueño. Jesús compara a los líderes religiosos de Israel con estos inquilinos, diciendo que el reino de Dios no les pertenecería a ellos. Jesús se identifica a sí mismo en un salmo acerca de una piedra que los constructores rechazaron pero que al final el Señor la eligió para que se convirtiera en la piedra angular. Todos los que rechacen a Jesús se caerán sobre la piedra angular o se les caerá encima y los aplastará.
Jesús cumple una profecía de Zacarías sobre que el rey vendría a Jerusalén montado en un burro. El pueblo lo celebra y comienza a alabarlo sabiendo que él era el Mesías. Jesús expulsa a los comerciantes y cambistas del templo y sana a algunas personas. Jesús también maldice una higuera y les dice a los discípulos que nada les parecerá imposible si tienen fe. Jesús obliga a los líderes religiosos a darle una respuesta sobre Juan el Bautista que muestra claramente su cobardía e hipocresía. Luego, Jesús expone su espiritualidad fraudulenta con dos parábolas que tratan sobre dos viñedos. Jesús se aplica a sí mismo un salmo sobre una piedra que el mundo iba a rechazar, la cual el Señor finalmente decide convertir en la piedra angular.