¿Qué significa Hebreos 10:24?
El cristianismo no es una fe que Dios quiso que viviéramos y experimentáramos solos, sino que alentar a los demás y ser alentado por los demás son elementos fundamentales para la vida de un creyente obediente. Esto vuelve a tratar sobre un tema central de todo este libro, que es el de "mantenernos firmes" en la fe (Hebreos 3:14).El libro de Hebreos está destinado a animar a los cristianos a no renunciar a su fe. Cuando la persecución y el miedo ejercen presión sobre los creyentes, nuestra respuesta debe ser "mantenernos firmes" en la verdad. Esta fe no es una fe ciega; por el contrario, la mayor parte del contenido de esta carta es evidencia que apoya el hecho de que Jesucristo es, al final, el plan supremo de Dios para nuestra salvación. Nuestra propia fe personal es crucial para obtener ese tipo de perseverancia, razón por la cual el escritor les ha advertido tan a menudo a los lectores que no sean perezosos ni descuidados en cuanto a su crecimiento espiritual se refiere (Hebreos 2:1–4; 6:1–8). Al mismo tiempo, la influencia de otras personas es extremadamente importante para nuestra madurez espiritual (Hebreos 3:13). En lugar de reaccionar ante tiempos difíciles con miedo o duda, debemos abrazar una fe segura y buscar alentar a nuestros hermanos en la fe a hacer lo mismo. Esto conlleva el hecho de animar a otros cristianos no solo a "creer", sino a actuar con amor y buenas obras.
Hebreos 10:19–25 es una manera alentadora de conectar las dos secciones principales del libro de Hebreos. Los versículos anteriores completaban una explicación larga y detallada de por qué el nuevo pacto es superior al antiguo. Esta sección está destinada a inspirar a los cristianos a estar más confiados, a ser más valientes y a animarlos a vivir su fe. El siguiente pasaje representa quizás la advertencia más severa que aparece en esta carta sobre el peligro de "apartarse" de la fe.
Las propias palabras de Dios, que se encuentran en las Escrituras del Antiguo Testamento, declaran Su intención de reemplazar el antiguo pacto por un nuevo pacto. Jesús cumple todas estas profecías y todo el simbolismo que se encuentra en el sistema de sacerdotes, el tabernáculo y los sacrificios de animales. Sabiendo que Jesucristo es, sin duda, el remedio de Dios para nuestro pecado, debemos animarnos a mantenernos firmes en nuestra fe frente a la persecución. Sin embargo, esa misma confianza trae consigo terribles consecuencias espirituales para aquellos que conocen la salvación de Cristo, pero finalmente eligen actuar desafiando Su voluntad.
