¿Qué significa Mateo 7:9?

Jesús les ha hecho una promesa asombrosa a Sus seguidores: todo aquel que pida, recibirá; todo el que busca encontrará, y a todos los que llaman se les abrirá la puerta (Mateo 7:7–8). Jesús nos deja ahora claro que está diciendo estas cosas teniendo en cuenta que, quienes lo hacen, son considerados hijos e hijas de Dios, lo cual no significa que Dios siempre nos dará todo lo que pidamos. Esta conexión entre el Padre y nosotros debe entenderse a través de Cristo (Juan 14:6).

Cristo le pregunta a Su audiencia (Mateo 5:1–2) si alguno de ellos le daría una piedra a su hijo si este le pidiera un trozo de pan. Esto nos demuestra exactamente qué tipo de relación nos está describiendo Jesús. Cuando le pedimos algo a Dios, no es como si estuviéramos presentándole una solicitud a una corporación, a un gobierno o a un sistema religioso, sino que le estamos pidiendo algo a nuestro Padre. Por eso, Dios está listo para escucharnos y responder a nuestras peticiones.

Los ejemplos de Jesús en este versículo y en el siguiente nos demuestran detalles importantes sobre el carácter de Dios. Si un padre humano no es capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan, Dios Padre, quien es perfecto, ciertamente nunca le daría una cosa sin valor a uno de Sus hijos o a una de Sus hijas cuando alguno de ellos le pida algo. Algunos eruditos incluso piensan que, debido a que las hogazas de pan tenían la misma forma que muchas piedras, lo que quizás se está comunicando aquí es que un padre le pudiera estar dando comida "falsa" a su propio hijo. Sabemos que casi ningún padre podría hacer algo así. Por lo tanto, Dios Padre tampoco les ofrece cosas falsas o les miente a sus hijos.