¿Qué significa Mateo 7:28?
La enseñanza de Jesús durante los capítulos 5, 6 y 7 del evangelio de Mateo se conoce como el Sermón del Monte. Este sermón probablemente tuvo lugar justo al norte del Mar de Galilea, cerca de un pueblo llamado Cafarnaún. Mateo comenzó simplemente diciendo que Jesús subió a una montaña, en algún lugar de esa región, un lugar elevado por encima de la gente, se sentó y comenzó a enseñar. Sus discípulos estaban allí, y también una "multitud" (Mateo 5:1–2). El Sermón del Monte se centró en aclarar el propósito de las leyes y los mandamientos de Dios.Algo que aparece constantemente durante el sermón es el hecho de que Dios considera que la actitud y la motivación del corazón es tan importante como el comportamiento externo. La superficialidad hipócrita o basada en las obras no es un tipo de justicia real. Dios distingue esas diferencias y espera que Su pueblo sirva, no por egoísmo y orgullo, sino porque de verdad lo adoran.
Habiendo terminado el Sermón del Monte, Mateo dice que la multitud estaba "admirada de su enseñanza". El término griego que se usa aquí es exeplēssonto, que literalmente significa ser "golpeado". Las palabras convincentes y desafiantes que Cristo compartió se ajustan muy bien al significado de una expresión común que se usa en español: "le cayó como un jarro de agua fría". Estas personas nunca habían escuchado una enseñanza así. De este modo, no solo asintieron con la cabeza admirando lo que estaba escuchando, sino que estaban genuinamente sorprendidos por lo que Jesús estaba diciendo.
Además, la multitud también estaba asombrada por la forma en que Jesús les estaba enseñando. En lugar de hablar como alguien que transmitía la sabiduría de otros, Jesús hablaba como la Fuente y la Autoridad desde donde surgían Sus ideas (Mateo 7:29).
¡Próximamente!
Mateo 7 es el último capítulo del Sermón del Monte. Jesús les ordena a Sus oyentes que no enjuicien a la gente de manera superficial, y que no sean hipócritas. Jesús describe a Dios como un Padre generoso que está deseoso de darles cosas buenas a Sus hijos cuando se las piden. Jesús les ordena a Sus seguidores que entren por la puerta estrecha y caminen por el camino difícil que les conducirá hacia la vida. Los falsos profetas pueden ser reconocidos por su fruto, es decir, por sus acciones y las cosas que eligen hacer. Al mismo tiempo, las buenas obras no son una prueba absoluta de que alguien pudiera tener una fe verdadera. Finalmente, vivir siguiendo las enseñanzas de Jesús es como construir la casa de su vida sobre una base sólida de piedra, en lugar de hacerlo sobre la arena.