¿Qué significa Mateo 7:25?
Ciertos falsos maestros tratan de convencer a los cristianos de que la fe en Jesús siempre resulta en prosperidad, tranquilidad y libertad de enfermedades y cualquier tipo de daño. Esto no solo es falso, sino que es una mentira descarada. Jesús mismo les advirtió a Sus seguidores acerca de exactamente lo contrario: que el camino que lleva hacia la vida es difícil y se entraba por una puerta estrecha (Mateo 7:14; Juan 6:33). Ahora Jesús describe las dificultades a las que todos nos enfrentamos, usando la imagen de una gran tormenta. La lluvia caerá, las inundaciones comenzarán a cubrirlo todo, y el viento comenzará a soplar.Cristo no nos promete que no habrá tormentas; lo que sí nos promete es que las personas que confían en Él sobrevivirán a esa tormenta. Jesús está usando una analogía que trata sobre la construcción de una casa. Esta "casa" es la fuerza espiritual de una persona, sus creencias y la vida que construye como resultado. Las personas que viven de Su enseñanza serán como un hombre que ha edificado su casa sobre cimientos de roca. Cuando la tormenta llegó, junto con la lluvia, las inundaciones, y el viento, su casa lo aguantó todo porque los cimientos eran sólidos.
De la misma manera, esa misma tormenta vendrá contra las personas que no confían en Cristo ni tampoco siguen Su enseñanza. Los siguientes versículos nos describen lo que ocurrirá con las "casas" de esas personas.
Mateo 7:24–27 contiene la famosa ilustración de Jesús que contrasta dos formas de vida que se encuentran en completa oposición: vivir obedeciendo Sus enseñanzas o no hacerlo. Los cimientos son importantes, tanto en la construcción como en la forma en la que una persona ve el mundo. Las personas que siguen las enseñanzas de Jesús son como un hombre sabio que construyó una casa sobre la roca. Las personas que lo ignoran son como un hombre necio que construyó una casa sobre la arena. Cuando la tormenta llega, uno sobrevive, pero el otro no. De este modo, lo mismo es cierto para aquellos que se enfrentan a las tormentas de la vida.
Mateo 7 es el último capítulo del Sermón del Monte. Jesús les ordena a Sus oyentes que no enjuicien a la gente de manera superficial, y que no sean hipócritas. Jesús describe a Dios como un Padre generoso que está deseoso de darles cosas buenas a Sus hijos cuando se las piden. Jesús les ordena a Sus seguidores que entren por la puerta estrecha y caminen por el camino difícil que les conducirá hacia la vida. Los falsos profetas pueden ser reconocidos por su fruto, es decir, por sus acciones y las cosas que eligen hacer. Al mismo tiempo, las buenas obras no son una prueba absoluta de que alguien pudiera tener una fe verdadera. Finalmente, vivir siguiendo las enseñanzas de Jesús es como construir la casa de su vida sobre una base sólida de piedra, en lugar de hacerlo sobre la arena.