¿Qué significa Mateo 24:8?
Para responder a una pregunta que le hicieron sobre cuándo vendría el juicio contra Jerusalén y el fin de la era, Jesús enumeró varias ideas. Sin embargo, todas esas ideas se explican como hechos que no debían entenderse como señales de que había llegado el fin. Jesús ha mencionado a los falsos Mesías que vendrían después de que Él ascendiera al cielo (Mateo 24:4–5), así como los casos de violencia, desastres naturales, y conflictos internacionales, etc., que también iban a ocurrir (Mateo 24:6–8).Ahora Jesús usa una metáfora para describir estos eventos catastróficos: "todo esto será sólo el comienzo de los dolores". En realidad, esos dolores no serán el parto en sí mismo, ni siquiera los dolores que ocurren durante el parto en sí. En esta metáfora, el parto del bebé representaba el fin real de nuestra era. Una mujer que tiene dolores de parto o contracciones aún puede seguir estando lejos de dar a luz al bebé que lleva dentro. Esos dolores contribuyen mucho al nacimiento del bebé, pero no quiere decir que el bebé esté a punto de llegar necesariamente.
Algunos intérpretes creen que Jesús estaba hablando aquí sobre la primera mitad del período de tiempo de la tribulación, un período de siete años que ocurrirá justo antes de que Jesús regrese para establecer Su reino milenario (Apocalipsis 20:4). Otros piensan que esto hace referencia al pecado mundial en general, el cual seguirá creciendo hasta que llegue el momento del fin.
Antes de este discurso, Jesús estuvo enseñando y hablando en el templo de Jerusalén. Durante una conversación que tuvo con los líderes religiosos y el pueblo en general, dijo "ay" siete veces en contra los líderes religiosos de Israel: los escribas y los fariseos (Mateo 23:13). Al final, Jesús concluyó diciendo que oficialmente iba a abandonar a Jerusalén y a sus hijos, y que iban a sufrir un juicio (Mateo 23:37–38). Jerusalén se negó a reconocerlo como el Mesías y recibir Su protección.
En este momento, Jesús y Sus discípulos han dejado el templo y se están alejando de allí. A pesar del tono serio de las cosas más recientes que dijo Jesús, los discípulos se volvieron y le mencionaron a Jesús algunos detalles sobre los edificios del templo. El templo había sido renovado extensamente durante los últimos años, y los historiadores afirman que el templo era conocido por su belleza y grandeza. Cristo quiso que los discípulos entendieran el verdadero alcance del juicio que iba a caer sobre Jerusalén. Lo que Jesús predijo fue impactante (Mateo 24:2; Marcos 13:2).
Jesús hace una terrible predicción sobre la destrucción del templo. Inmediatamente después, mientras está sentado en el Monte de los Olivos, Jesús responde a una pregunta de los discípulos. Después, le preguntan cuándo vendrá el juicio y qué señales determinarán Su regreso. Cristo describe un tiempo de agitación y persecución mundial inimaginable, y dice que habrá un momento específico en el que el templo sería profanado, momento en el cual las personas tendrán que salir corriendo para salvar sus vidas. Jesús también habla sobre una tribulación que amenazará a todo el mundo y que será interrumpida justo antes de que él regrese como Rey y Juez. Dado que nadie puede saber cuándo regresará, Sus seguidores debían vivir estando continuamente preparados.