¿Qué significa Mateo 24:27?
Aquí se nos queda claro: nadie dudará del regreso de Jesús. Cuando venga la próxima vez (Apocalipsis 19:11–15), durante Su segunda venida, no se le aparecerá solo a un pequeño grupo de seguidores, ni se aparecerá en las habitaciones interiores de un monasterio alejado de la ciudad, ni tampoco estará en el desierto y la gente comenzará a creer que ha vuelto debido a ciertos rumores que hayan escuchado (Mateo 24:25–26).Jesús enfatiza esta idea aún más. Su llegada será tan obvia y clara como lo es un relámpago. Jesús se llama a sí mismo el "Hijo del Hombre", un título que aparece en una profecía de Daniel (Daniel 7:13, Mateo 26:64). Si bien la primera venida de Jesús ocurrió dentro de los límites de la humildad (Lucas 2:7) y el sacrificio (Filipenses 2:8), Su segunda venida se caracterizará por Su poder absoluto y por el juicio que traerá sobre la humanidad (Hebreos 9:27–28; Romanos 14:11).
Jesús no quiere que Sus seguidores se descarríen debido a los falsos profetas que vendrían: aquellos que intentaron e intentarán engañar a los cristianos distorsionando la verdad que Él les había enseñado. Jesús no quiere que caigan en la duda, la incredulidad, la anarquía o que dejen de amarse los unos a los otros (Mateo 24:10–14).
En Mateo 24:15–28, Jesús les dice a todas las personas que viven en Jerusalén que huyan hacia las montañas cuando la abominación que traerá desolación llegue al lugar santo en el templo. Ese momento será un momento terrible, especialmente para aquellos que sean particularmente vulnerables. Esa tribulación será peor que cualquier otra cosa que se haya experimentado en la Tierra, aunque todavía habría otra tribulación justo antes del regreso de Jesús, la cual deberá ser interrumpida para salvar a la humanidad por el bien de los elegidos, las personas que verdaderamente crean en Cristo. Cuando Jesús regrese, no habrá duda.
Jesús hace una terrible predicción sobre la destrucción del templo. Inmediatamente después, mientras está sentado en el Monte de los Olivos, Jesús responde a una pregunta de los discípulos. Después, le preguntan cuándo vendrá el juicio y qué señales determinarán Su regreso. Cristo describe un tiempo de agitación y persecución mundial inimaginable, y dice que habrá un momento específico en el que el templo sería profanado, momento en el cual las personas tendrán que salir corriendo para salvar sus vidas. Jesús también habla sobre una tribulación que amenazará a todo el mundo y que será interrumpida justo antes de que él regrese como Rey y Juez. Dado que nadie puede saber cuándo regresará, Sus seguidores debían vivir estando continuamente preparados.