¿Qué significa Mateo 24:51?

Jesús concluye esta parábola describiendo lo que el dueño le haría al siervo malvado que traicionó su confianza y abusó de su casa. Después de haber estado fuera por algún tiempo, el amo regresará y descubrirá que el siervo había estado golpeando a los otros consiervos en lugar de cuidarlos y había estado de juerga con los borrachos del pueblo (Mateo 24:48–50).

Las consecuencias para ese siervo serán severas: el dueño lo castigará duramente (en otras traducciones se dice que el dueño lo cortará en pedazos). Sea literal o no, esto nos deja claro que Jesús no iba a darle una segunda oportunidad a este siervo, sino que solo lo castigaría hasta el final (Marcos 9:47–48).

La parábola termina con Jesús mezclando la historia misma con la realidad que pretende representar. El dueño, Dios, castigará severamente al siervo abusivo y lo echará junto con el resto de los hipócritas en un lugar de miseria y sufrimiento, un lugar donde recibirá un tormento eterno: el infierno.

Los discípulos habrían entendido claramente a quién se estaba refiriendo Jesús cuando mencionó a los hipócritas. Este término en español proviene de la palabra griega hypocrites en griego, que literalmente se refiere a "un actor". En el escenario, los actores fingen lo que no son. En la vida real, esto representa a las personas cuyas palabras y acciones públicas demuestran que, en realidad, están completamente perdidos espiritualmente. Jesús llamó hipócritas a los escribas y fariseos muchas veces y sin tapujos (Mateo 23:13, 15, 23, 25, 27, 29).

El siervo de esta parábola no puso su fe en el dueño. Sus acciones lo demostraron claramente (Juan 14:15). Este siervo representa a todos aquellos que dicen creer en Jesús, pero en verdad se sirven a sí mismos (Mateo 7:21–23). Su fe en Cristo es, en el mejor de los casos, una "hipocresía" teatral, y Cristo los enviará hacia el tormento eterno cuando llegue el momento del juicio.