¿Qué significa Marcos 12:6?
El uso que Jesús hace de esta parábola tiene la intención de usar la arrogancia de los líderes religiosos contra ellos mismos. Al principio, podrían haberse considerado a sí mismos como el terrateniente de la parábola. Sin embargo, rápidamente se habrían dado cuenta de que Jesús estaba diciendo que en realidad ellos eran los inquilinos abusivos, y los profetas de Dios son los siervos. Este giro en la historia seguramente indignó enormemente a los líderes religiosos. Jesús también está diciendo que él es el hijo del terrateniente: el Hijo de Dios.En el Antiguo Testamento, la expresión "hijo de Dios" generalmente se refiere a los ángeles (Job 1:6), los gigantes de Génesis 6:2–4 o los israelitas en general (éxodo 4:22). Los judíos no lo ven como un término específicamente mesiánico, aunque se usa vagamente para David y su dinastía (2 Samuel 7:14; Salmo 89: 27–28). La literatura apócrifa se refiere al Mesías como el hijo/Hijo de Dios, pero también usa ese título para aquellos que siguen a Dios de cerca. Este tipo de nomenclatura es muy común dentro del judaísmo. Cuando los líderes religiosos se llaman a sí mismos "hijos" o "hijos de Abrahán", Jesús les dice que no son hijos de Dios, sino hijos del Diablo (Juan 8:39–44). Sus acciones, especialmente el hecho de que rechazan a Jesús, muestran verdaderamente a quien le pertenecen.
Sin embargo, tal y como se usa aquí, la frase "hijo amado" elimina todo tipo de metáfora histórica y transporta las afirmaciones de Jesús hacia un área teológica que los judíos todavía desconocen. Jesús está diciendo que el Dios del universo, que es uno, tiene un hijo. Años más tarde, los líderes de la iglesia lucharán entre unos y otros con respecto al concepto de la Trinidad; sin embargo, en este momento, la audiencia de Jesús debía estar muy confundida e indignada al oír a Jesús decir que Dios tenía un hijo.
Marcos 12:1–12 tiene lugar días antes de la crucifixión, mientras Jesús está enseñando en el patio del templo. Los sumos sacerdotes, ancianos y escribas —representantes del Sanedrín— han exigido conocer la fuente de la autoridad de Jesús para limpiar el templo (Marcos 11:27–28, 15–19). Después de exponer su hipocresía, Jesús cuenta al menos tres historias adicionales que muestran cómo Dios reemplazará a los líderes religiosos, quienes son falsamente piadosos, por pecadores que realmente lo siguen con fe (Mateo 21:28–22:14). La segunda de estas tres historias se registra aquí, en Mateo 21:33–46 y en Lucas 20:9–19.
Jesús enseña varias lecciones en este capítulo. Jesús habla sobre la eventual destrucción del judaísmo tradicional, la relación que debe existir entre los deberes seculares y los sagrados, la naturaleza de la resurrección y el mandamiento más importante de Dios. Jesús habla sobre declaraciones mesiánicas en el Antiguo Testamento, y también condena la superficialidad de los escribas, quienes buscan su propia gloria. Jesús, más tarde, ensalza las virtudes de tener una generosidad sincera, una que está basada en la fe.