¿Qué significa Hebreos 11:7?

La fe, según el escritor de Hebreos, es lo que nos da confianza sobre un futuro que todavía no se puede ver (Hebreos 11:1). Cuando confiamos en Dios, basándonos en lo que sabemos de Él, actuamos de acuerdo con Su voluntad. Esa es la "fe" que Dios elogia y que se requiere para agradarle. De este modo, Abel y Enoc ejemplificaron este tipo de fe.

Noé también ejemplifica este tipo de confianza obediente. Dios se comunicó con Noé y le ofreció muchos detalles de lo que iba a pasar: Dios le dijo que iba a enviar un diluvio y que construyera un arca para rescatar a la humanidad (Génesis 6:13–18). Todo lo que Noé tuvo que hacer fue obedecer a Dios, y eso es lo que finalmente hizo (Génesis 6:22). Por supuesto, Noé acabaría haciéndose preguntas para las que no tenía respuesta, que es lo que el escritor quiere decir cuando menciona que hay "cosas que no se ven". En el momento en que Dios le dio a Noé la orden de construir el arca, Noé nunca había visto algo como el diluvio, y no podía ver ninguna evidencia física de que tal inundación iba a ser inminente. Sin embargo, Noé eligió confiar en Dios.

Este tipo de confianza que llega a producir obediencia, es lo que el escritor de Hebreos alaba como el tipo de "fe" por la que debemos vivir. La confianza de Noé demostró la iniquidad de aquellos que rechazaron a Dios, y su obediencia salvó a su familia (Génesis 7:11–13, 22–23). Aquí también se dice que Noé es un "heredero de la justicia que viene por la fe". La obediencia a Dios, en el libro de Hebreos, a menudo está ligada al concepto de la "herencia", algo que generalmente se entiende como las recompensas victoriosas que Dios quiere que obtengamos al seguir Su voluntad (Hebreos 6:11–12). El comportamiento de Noé debe contrastarse con las acciones de la nación de Israel, tal y como se describen anteriormente en el libro de Hebreos (Hebreos 3:7–15).