¿Qué significa Hebreos 11:12?

El patrón general de la fe bíblica se puede resumir en una frase: dejemos que Dios esté a cargo de nuestro futuro, incluso a pesar de que no sepamos nada de lo que va a pasarnos (Hebreos 11:1). Esta parte del libro de Hebreos describe ejemplos del Antiguo Testamento que nos muestran cómo Dios acaba recompensando a quienes confían en Él, aunque no puedan entender todos los detalles de cómo Dios planea cumplir Sus promesas (Hebreos 11:2). Entre estos ejemplos estaban Abel, Enoc y Noé, así como Sara y Abrahán.

Aquí, el hecho de que se mencione a Abrahán es algo muy importante. Dios le prometió a Abrahán que iba a tener un hijo, a pesar de tener más de setenta años cuando Dios le dijo que abandonara su tierra natal (Génesis 12:1–4). Más tarde, Dios le prometió a Abrahán que tendría un hijo biológico a pesar de su vejez y la esterilidad de su anciana esposa (Génesis 17:15–16). Tanto Abrahán como Sara se rieron al principio cuando lo escucharon (Génesis 17:17; 18:12). Dado que Abrahán ya era mayor (Salmo 90:10), estaba "casi muerto", desde una perspectiva mundana.

Y, sin embargo, tal y como lo dijo Dios, Dios finalmente cumplió Su palabra. Cunado Abrahán tenía 100 años, fue bendecido con un hijo biológico (Génesis 21:5). Los descendientes de ese hijo, Isaac, se convirtieron en las naciones de Edom e Israel, las cuales sumaban juntas un número incontable de personas.