¿Qué significa 1 Pedro 2:23?
Pedro sigue hablando de Jesús y de la manera en que sufrió en este versículo. Los cristianos estamos llamados a sufrir por hacer el bien debido a que decimos estar siguiendo los pasos de Jesús, quien tuvo que soportar un sufrimiento extremo incluso aunque fuera completamente inocente. Jesús nos sirve como ejemplo acerca de cómo vivir cuando se nos maltrata incluso cuando somos inocentes. Este versículo nos explica la manera en que Cristo respondía ante Sus sufrimientos. Maldecir a alguien es lo mismo que insultarlo gravemente. Nuestro instinto humano es devolver esos insultos, pero Jesús se negó a tomar represalias ante los airados insultos de los líderes religiosos judíos, los guardias romanos o las personas que se burlaron de Él mientras estaba en la cruz.Es más, cuando lo atacaron físicamente, lo golpearon, lo torturaron y lo crucificaron, se negó incluso a amenazar a quienes le estaban haciendo daño. Por supuesto, Jesús podría haber revertido la situación en un instante. Después de que Pedro le cortara la oreja al criado del sumo sacerdote en un intento de defender a Jesús mientras lo intentaban arrestar, Jesús le dijo: "¿No te parece que yo puedo orar a mi Padre, y que él puede mandarme ahora mismo más de doce legiones de ángeles? (Mateo 26:53).
En lugar de eso, Jesús tuvo un gran dominio propio, y se resistió ante cualquier impulso de tomar represalias, insultar o incluso de hablar, con todo Su derecho, del juicio venidero de Dios. ¿Cómo lo hizo? En realidad, no se trataba solo de autocontrol. Jesús tomó la decisión en ese momento de confiar en que Dios, Su Padre, sería el juez perfecto de esa situación en el momento perfecto, y confió en que su Padre lo defendería, sería justo y le daría todo lo que necesitaba. Jesús cumplió Su propósito y dejó la justicia en manos de Dios.