¿Qué significa 1 Pedro 2:2?
Después de dejar de lado nuestros pecados (1 Pedro 2:1), Pedro dice que debemos anhelar algo más que nuestra propia gratificación egoísta. Dese cuenta de algo importante, y es que Pedro les ordena a los cristianos que busquen algo. En realidad, alguien debe decirnos qué anhelar porque este apetito no siempre nos llega de forma natural. Esta "leche espiritual no adulterada" es exactamente lo que necesitamos: lo que satisface nuestras necesidades más profundas. Sin embargo, no siempre la anhelamos.Entonces, ¿cómo desarrollamos ese apetito específico? Debemos empezar a beber. Los bebés recién nacidos a veces parecen rechazar la leche que al mismo tiempo están pidiendo a gritos hasta el momento en que la prueban, y es en ese momento cuando comienzan a bebérsela con ganas. De acuerdo con la analogía que Pedro está haciendo aquí, todos los cristianos deben desear beber de este tipo de leche como si fueran niños recién nacidos, incluso los creyentes maduros. Esta analogía no debe confundirse con la analogía que Pablo comparte en 1 Corintios 3:1–3 acerca de la leche y la carne. Es importante tener en cuenta que ningún cristiano alcanza la madurez espiritual en este lado de la eternidad.
Entonces, ¿qué es esta "leche espiritual no adulterada" que necesitamos buscar? La palabra "puro" simplemente significa "sin diluir" o "sin contaminar". La palabra que Pedro utiliza para describir esta leche en el griego original es logikon, que también podría significar "racional o razonable". Más importante aún, esta palabra comparte una raíz con la palabra logos, "la palabra". "La palabra/Palabra de Dios" puede referirse tanto a la palabra de Dios que se nos ha revelado en las Escrituras, incluido el mensaje del evangelio, como a Cristo mismo, la Palabra hecha carne (Juan 1:14).
De acuerdo con esto, Pedro no está ordenando anhelar y buscar la palabra de Dios no adulterada, como un recién nacido desea beber leche. Al beber esta leche, absorbemos la palabra de Dios y nos acercamos a Cristo, lo cual provoca que los creyentes sigan creciendo en su salvación. Pedro ya nos ha dejado claro que Dios nos ha asegurado nuestra salvación (1 Pedro 1:3–5), que estamos pasando por un proceso de salvación (1 Pedro 1:9) y que un día recibiremos la salvación plenamente cuando Cristo se vuelva a manifestar (1 Pedro 1: 5). Por ahora, debemos beber de esta "leche", la Palabra de Dios, ya que es la única forma de fomentar nuestro crecimiento espiritual.