¿Qué significa 1 Pedro 2:17?
¿Cómo debe vivir un ciudadano del cielo en la Tierra? Estas cuatro órdenes resumen lo que Dios quiere de nosotros cuando interactuamos con las autoridades humanas, nuestros vecinos y otros creyentes.Primero, debemos respetar a todos. Aunque esta frase no es muy específica, sí que es crucial para los creyentes. En lugar de decidir por nosotros mismos quién es digno de recibir nuestro respeto y quién no, Dios quiere que respetemos a todo el mundo. ¿Se merecen ese trato todas las personas? Obviamente no. Sin embargo, se supone que los cristianos debemos ser personas que respetan a los demás debido a que obedecemos a Cristo.
Segundo, debemos amar al resto de los cristianos, a nuestros hermanos. De nuevo, esta frase no es muy específica, pero sí es muy importante. Pedro no está diciendo que todo el mundo debe tener una relación perfecta con el resto de los cristianos, sino que está describiendo una acción: debemos tener la voluntad de amar a todos los demás cristianos. Jesús dijo que el mundo que nos rodea sabría que somos Sus discípulos por la manera en que nos amamos los unos a los otros (Juan 13:35). Por eso, es probable que esto es a lo que Pedro se está refiriendo aquí.
Tercero, debemos temer a Dios. Cuando se usa en referencia a Dios, la palabra temor no significa que tenemos que vivir teniéndole miedo a Dios, como si en cualquier momento pudiera decidir aplastarnos. Dios ya nos ha demostrado el amor que siente por nosotros y nos ha prometido un lugar eterno en Su familia. Sin embargo, lo que Pedro dice aquí nos recuerda que debemos meditar con asombro y respecto en Su poder, majestad, y debemos continuar sometiéndonos a Su voluntad plenamente ya que somos humildes servidores y "esclavos", tal y como lo hicimos en el versículo anterior.
Finalmente, debemos honrar al emperador o al rey. Una vez más, esas personas quizás no se merezcan nuestro respeto. De hecho, en el momento en que Pedro escribió esto, el emperador probablemente era Nerón, un líder que era definitivamente malvado y que se dedicó a perseguir al pueblo de Dios. Aun así, la orden sigue vigente. Tal y como lo escribió Pablo, Dios ha establecido toda autoridad (Romanos 13:1). Por eso, debemos honrar y respetar a las personas que tienen autoridad debido a que somos ciudadanos libres y peregrinos que servimos a Dios, que es quien permitió que esas personas recibieran puestos de autoridad en primera instancia.