¿Qué significa Romanos 12:7?

Pablo ha descrito algo asombroso que todo cristiano debe hacer. De hecho, esto es lo primero que Pablo describe cuando comienza a explicar cómo debemos vivir en respuesta al hecho de que Dios nos da misericordia en Cristo. Todo cristiano recibe el Espíritu Santo de Dios cuando llegamos a la fe en Cristo. El Espíritu trae consigo los dones espirituales que Dios quiere que usemos para servirnos los unos a los otros en la iglesia. A cada uno de nosotros se nos dan diferentes dones para usarlos con diferentes propósitos, pero nuestro mandato universal es usar esos dones de acuerdo con la voluntad de Dios.

Pablo enumera dos dones más en este versículo. El primero es el don de servir. Este don de servicio, a veces llamado "ayuda", es la capacidad de intervenir y satisfacer las necesidades prácticas de las personas o de la iglesia en su conjunto. Las personas con el don de servicio a menudo no se dan cuenta de que, de hecho, es un don, y asumen que todos pueden concentrarse en lo que otra persona necesita y brindarle esa ayuda en el momento adecuado y de la manera correcta. Sin embargo, están equivocados. El cuerpo de Cristo no podría funcionar si aquellos con el don de servicio descuidaran su papel dentro de la iglesia.

El segundo don mencionado es la enseñanza, y es el que la mayoría de nosotros considera un papel principal en la iglesia: la habilidad sobrenatural, en el Espíritu, de aclararles a un grupo diverso de oyentes lo que significa la Palabra de Dios. La iglesia primitiva estaba formada en gran medida de maestros dotados del Espíritu que ayudaban a los creyentes a comprender la verdad, tal y como lo hacemos hoy.