Marcos 10:49

LBLA Y Jesús se detuvo y dijo: Llamadle. Y llamaron al ciego, diciéndole: ¡Anímate ! Levántate, que te llama.
NBLA Jesús se detuvo y dijo: “Llámenlo.” Y llamaron al ciego, diciéndole: “¡Anímate! Levántate, que te llama.”
NVI Jesús se detuvo y dijo: ?Llámenlo. Así que llamaron al ciego. ?¡Ánimo! —le dijeron—. ¡Levántate! Te llama.
RV1960 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
JBS Entonces Jesús parándose, mandó llamarle; y llaman al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.

¿Qué significa Marcos 10:49?

"Animo" viene de la raíz griega tharseō y significa "tener buen ánimo o alegría". Es el mismo mandato que Jesús les dio a Sus discípulos cuando caminó sobre el mar de Galilea y ellos pensaron que era un fantasma (Marcos 6:50). La frase también evoca Isaías 35:4–5, en el que a los que tienen un corazón ansioso se les dice "esfuércense y no teman" y los ciegos y los sordos quedan sanados.

Jesús sana a las personas de diferentes maneras, en particular a los ciegos y sordos. En algunas situaciones, tal vez cuando la persona está asustada o confundida, la aparta e interactúa con ella a un nivel más personal (Marcos 7:31–37; 8:22–26). Bartimeo no tiene miedo, y es atrevido y ruidoso. El hecho de que la gente le pide "que se anime" podría reflejar el escepticismo y la vergüenza de la multitud más que su preocupación por el mendigo (Marcos 10:48). Por lo tanto, Jesús no tiene que hacer nada especial; Jesús ni siquiera tiene que caminar hasta donde está sentado el ciego: simplemente llama a Bartimeo y le dice que ha sido sanado en virtud de su fe.

La gente que acaba de regañar a Bartimeo por llamar a Jesús cambia de actitud cuando se da cuenta de que Jesús quiere hablar con él. Muy a menudo, no prestamos atención a las necesidades de los demás porque nos parecen incómodas o molestas. Debemos recordar que Jesús siempre se preocupa por quienes nos rodean. De hecho, no deberíamos necesitar que se nos recuerde esto continuamente, y siempre podemos aprovechar las oportunidades que se nos presentan para abordar las necesidades y las injusticias personalmente y ofrecérselas a Jesús en oración. "¡Hombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios" (Miqueas 6:8).
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Resumen de contexto
Marcos 10:46–52 nos describe a Jesús viajando por Jericó de camino a Jerusalén y a la cruz. Durante el camino, un ciego paró a Jesús y le pidió que lo curara. El primer relato de Jesús curando a un ciego viene inmediatamente después de que Jesús acusara a los discípulos de sufrir ceguera espiritual (Marcos 8:14–26). El último de los milagros de curación de Jesús que aparece en Marcos viene justo después de que Jacobo y Juan le pidieran a Jesús recibir posiciones de poder en Su reino, lo cual también demostró en gran parte su ceguera espiritual. Lucas 18:35–43 registra un evento similar, posiblemente el mismo; Mateo 20:29–34 menciona que Bartimeo tenía un amigo que también fue curado.
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Resumen del capítulo
En este pasaje, Jesús vuelve a confrontar a los fariseos al aclarar los puntos de vista de Dios sobre el matrimonio y el divorcio. Les recuerda a los discípulos que no descarten la perspectiva espiritual de los niños. Este capítulo también registra el encuentro de Jesús con el joven rico, quien se convierte en una lección práctica de por qué la riqueza dificulta que la gente confíe en Dios. Después de esto, Jesús hábilmente deja a un lado una petición arrogante de Jacobo y Juan, y nuevamente predice Su inminente muerte. Justo antes de la entrada triunfal del capítulo 11, Bartimeo busca a Jesús, y Jesús finalmente lo cura de su ceguera.
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¿Qué es el evangelio?
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