¿Qué significa Santiago 4:10?
Todo el mundo quiere ser exaltado. Todos queremos ser glorificados. Quizás no queremos admitirlo, quizás no lo sentimos todo el tiempo, pero parte de la motivación por la que vivimos de acuerdo con los preceptos del mundo es que al final seamos exaltados, que recibamos las cosas que deseamos, que obtengamos el respeto que sentimos que nos merecemos, que vivamos en la comodidad y el placer que verdaderamente anhelamos. Sin embargo, Dios nos pide que abandonemos la forma en que el mundo busca esas cosas. En cambio, nos pide que confiemos en Él para exaltarnos cuando sea el momento adecuado sin tratar de obtener esa gloria por nosotros mismos.Hacer esto requiere mucha humildad. Debemos aceptar que nuestra vida no se centra en nosotros mismos, y nuestro Dios promete exaltarnos cuando Él lo considere oportuno y de la manera que Él lo considere oportuno. Después de todo, así es como vivió Jesús. Pablo habló sobre la manera en que Jesús vivió en la Tierra en Filipenses 2. Jesús, Dios mismo, se negó a luchar por Su derecho a ser glorificado, y "se despojó a sí mismo" (Filipenses 2:7) y se hizo siervo, incluso hasta la muerte. Luego, cuando llegó el momento, el Padre exaltó a Jesús a lo sumo y le dio el nombre que está sobre todo nombre (Filipenses 2:9).
Dios nos llama a recorrer ese mismo camino: si somos humildes, Dios nos glorificará para siempre.