¿Qué significa Santiago 4:4?
Durante los versículos anteriores, Santiago ha sido muy directo: sus lectores habían estado viviendo según la sabiduría del mundo. La sabiduría del mundo dice que para tener éxito debemos hacer lo que sea necesario para obtener lo que queremos en esta vida. Debemos cuidar de nosotros mismos porque nadie más lo hará. Debemos estar dispuestos a luchar por lo que queremos.La sabiduría de Dios, sin embargo, nos llama a adoptar un enfoque muy diferente: los cristianos debemos confiar en que Dios nos dará todo lo que necesitamos. Eso es lo que Él hace (Santiago 1:17). Podemos confiar en Su amor, bondad y el poder que tiene para satisfacer nuestras necesidades, por lo que no tenemos que abusar de los demás para conseguir lo que queremos. En cambio, somos libres de obedecerle. Esto significa que debemos servirnos los unos a los otros y que debemos centrarnos en satisfacer las necesidades de los demás.
Debido a que los lectores de Santiago no estaban dispuestos a confiar en Dios de esta manera, Santiago los llama "adúlteros". En el griego original se expresa en femenino, lo cual nos recuerda a otras metáforas bíblicas que nos describen la tentación de alejarnos de Dios que algunas veces sentimos (Proverbios 2:16; Isaías 1:21). Sin embargo, está claro que Santiago no está hablando específicamente de las mujeres (el género no es la parte importante de esta enseñanza), razón por la cual muchas traducciones utilizan un lenguaje neutro. Santiago está comparando la decisión de seguir la sabiduría del mundo con el pecado de un cónyuge que decide tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Espiritualmente hablando, estos cristianos estaban usando al mundo para engañar a Dios.
Santiago dice algo que debería ser obvio para todos nosotros, pero que en realidad no lo es: es imposible ser amigos del mundo y de Dios al mismo tiempo. Peor aún, las personas que siguen siendo amigos del mundo se convierten en enemigo de Dios. Santiago no está diciendo que los cristianos no pueden ser amigos de gente que no crean en Dios, ni tampoco está diciendo que los cristianos nunca deberían involucrarse en su cultura o con las personas que conocen.
Santiago está diciendo que los cristianos que eligen vivir según la sabiduría del mundo y se dejan impulsar por la envidia y la ambición buscando lo que quieren por encima de todo y todos, viven en adulterio y se convierten en enemigos Dios.