¿Qué significa Santiago 4:8?

¿Qué deberíamos hacer si nos damos cuenta de que hemos estado viviendo según la sabiduría del mundo, impulsados por la envidia y la ambición egoísta que se centra en conseguir todo lo que queremos? ¿Qué debemos hacer si queremos volver a vivir según la sabiduría de Dios y confiar en que Dios nos dará todo lo que necesitamos mientras nos centramos en servir a los demás?

En el versículo anterior, Santiago habla sobre la manera en que debemos arrepentirnos. Primero, dijo que deberíamos dejar de perseguir ciegamente las cosas que deseamos obtener de esta vida. En cambio, debemos someternos a Dios y resistirnos ante los ataques del diablo en lugar de seguir cooperando con él. Santiago nos prometió que cuando nos resistimos ante los ataques de Satanás, Satanás nos deja tranquilos.

Aquí, en el versículo 8, Santiago nos pide que nos acerquemos a Dios, y cuando lo hagamos, Dios responderá acercándose a nosotros. Eso es un increíble acto de misericordia por parte de nuestro Dios. El Dios del universo no nos debe nada, ni siquiera Su cercanía. ¡Qué manera más increíble de demostrar Su gracia! Cuando nos acercamos a Dios, Dios se acerca a nosotros.

Luego, Santiago nos llama pecadores, nos pide que nos limpiemos las manos y dice que nuestro corazón está dividido porque estamos tratando de servirnos a nosotros mismos y a Dios. Santiago nos ruega que purifiquemos nuestros corazones. Para los lectores judíos de Santiago que habían crecido bajo la ley, estos mandamientos les habrían recordado mucho a los lavamientos ceremoniales de la ley. Santiago está diciendo que debemos alejarnos completamente de nuestro pecado y centrarnos en servir a Dios y comenzar de nuevo.

Eso es el verdadero arrepentimiento.