¿Qué significa Santiago 3:3?

Santiago ahora comienza a poner ejemplos prácticos sobre la idea que compartió en el versículo 2. La lengua es lo más difícil de controlar en la vida. Santiago llega incluso a decir que cualquiera que pudiera controlar perfectamente sus palabras sería perfecto y tendría un pleno control de cada parte de sí mismo. Santiago dijo en el versículo 2 que si aprendemos a controlar la lengua podemos "refrenar" nuestros cuerpos.

Aquí, en el versículo 3, Santiago pone como ejemplo a los caballos. Los caballos son animales grandes y poderosos. Sin embargo, se pueden controlar con un pequeño trozo de metal y unas correas de cuero. A esto se le llama el freno: una barra que se coloca detrás de los dientes del caballo, apoyada contra los tejidos blandos de la parte posterior de la boca. Esto le da al jinete la capacidad de crear presión sobre el animal, e incluso dolor si se usa con brusquedad. Con un freno en la boca de un caballo, un jinete puede controlar a todo el animal, hacerlo obedecer y conducirlo hacia donde el jinete quiere ir.

Santiago dice que, aunque el caballo es un animal grande y poderoso, podemos controlarlo con algo muy pequeño. El poder de la broca no está en su tamaño, sino en su efectividad. Santiago dirá en unos versículos que nosotros no tenemos el mismo control sobre lo que decimos de la manera en que controlamos a los caballos. En los próximos versículos, seguirá demostrando que el poder de la lengua no está relacionado con su tamaño.