¿Qué significa Santiago 3:17?
En este pasaje, Santiago ha estado describiendo la llamada sabiduría del mundo, y no la ha descrito de buena manera. La filosofía del mundo está impulsada por la envidia y la ambición egoísta, y ha provocado todo el desorden y la maldad que vemos en el mundo. Ponernos por delante de los demás significa crear miles de millones de objetivos que se contradicen entre sí y poner excusas para herir a otras personas con el fin de conseguir lo que queremos a toda costa.Aquí, en el versículo 17, Santiago comienza a describir las características que definen a la sabiduría del cielo: la sabiduría de Dios, la sabiduría de las personas que confían en que Dios les dará todo lo que necesitan, continuará bendiciéndolos (Santiago 1:17) y cumplirá cada deseo de su corazón en la eternidad junto a Él en el cielo. Como resultado, estos creyentes sacrifican voluntariamente oportunidades para conseguir más dinero, placer y poder y se ponen a disposición para atender las necesidades de los demás en nombre de Dios.
Cuando una persona se somete a la sabiduría de Dios vive de una manera muy diferente a cómo lo hace el mundo, el cual basa su estilo de vida en la ambición y el egoísmo. Santiago dice que la sabiduría divina es "pura", un término que viene de la palabra griega hagnē, la cual significa "íntegro, casto o puro". Este tipo de sabiduría está refinada y se centra solamente en una cosa: lo que Dios nos ha llamado a hacer en Su nombre.
La sabiduría divina es pacífica, y se centra en aliviar todo tipo de conflictos. Además, es amable o considerada, y no se centra en enfrentarse a los demás, sino en servirlos. Esta sabiduría es razonable o sumisa, y está dispuesta a ver las cosas desde otro punto de vista con el fin de beneficiar a los demás. La verdadera sabiduría está llena de misericordia y de todas las cosas buenas que surgen de vivir de esta manera. Esta sabiduría es imparcial y no muestra el favoritismo que Santiago mencionó en el capítulo dos. Esta sabiduría es sincera, y no tiene la necesidad de fingir nada a la hora de ayudar a los demás.
Es sorprendente lo fácil y placentera que se vuelve la vida cuando un cristiano abandona el llamado "camino del éxito" del mundo. Cuando dejamos de desear obtener todo lo que queremos, tenemos menos conflictos, y la única manera de hacerlo es creer que nuestro Dios bondadoso nos da todo lo que necesitamos en cada momento de acuerdo con Su voluntad.