¿Qué significa Colosenses 3:23?
En este versículo, Pablo continúa dándoles instrucciones a los "siervos", o los esclavos cristianos. El concepto que presenta, sin embargo, está redactado de manera muy general. Este principio se les aplica a todos los creyentes, y a todas las personas para quienes trabajamos: siempre debemos servir como si estuviéramos sirviéndole a Dios mismo. De acuerdo con el siguiente versículo, esto es así por una buena razón. Dios es quien nos recompensará al final, no las personas a quienes servimos por un breve período de tiempo en esta vida.Pablo nos recuerda algo que ya nos enseñó en el versículo 17, que la conducta cristiana debe extenderse a todos los aspectos de la vida, por lo que no debe resumirse en un pequeño conjunto de reglas. En lo que respecta a los siervos, esto podría incluir el hecho de lavar platos o servir a dignatarios. Cuando Pablo dijo: "y todo lo que hagan", Pablo abarca todos los aspectos de nuestra vida. Los cristianos deben trabajar "de corazón", lo cual viene de la frase griega ek psyches, que significa "desde el alma". Por tanto, hay que trabajar con entusiasmo y pasión. Cuando demostramos tener una buena actitud laboral, eso nos ayuda a marcar una tremenda diferencia en la vida personal de las personas y en la manera en que los influenciamos en Cristo.
Lo que Pablo nos dice aquí también nos recuerda que, independientemente de nuestra posición en la vida, Dios es quien en última instancia juzga todo lo que hacemos, por lo que todo lo que hacemos lo hacemos por Él. Desde el esclavo más maltratado hasta el líder mejor pagado, todas las personas deben hacerlo todo para honrar a Dios, y no "para las personas" o simplemente por cumplir los objetivos terrenales de esta vida, sino para glorificar a nuestro Padre y Maestro celestial. Cuando vivimos para honrar al Señor acabamos viendo resultados positivos tanto en nuestra vida personal como en nuestra familia inmediata y en nuestro contexto laboral.
Pablo concluirá esta línea de pensamiento en Colosenses 4:1, donde les recuerda a las personas que tienen esclavos que ellos también tenían un amo: un Amo en el cielo. Por esta razón, las personas que controlan a los siervos deben recordar que el juicio de Dios será totalmente imparcial: el mal será castigado, sin importar quién lo haga (Colosenses 3:25).