Verso
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1 Timoteo 2:9

LBLA Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos;
NBLA Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos,
NVI En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos.
RV1960 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
JBS Asimismo también las mujeres, ataviándose de manera honesto, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, u oro, o perlas, o vestidos costosos,

¿Qué significa 1 Timoteo 2:9?

Este versículo inicia la segunda sección principal del capítulo 2, la cual se extiende hasta el versículo 15, el final del capítulo. Pablo trata aquí sobre el papel que la mujer desempeña durante el culto cristiano. Cuando los creyentes se reúnen, ¿qué deben hacer las mujeres? Pablo usa el término hōsautōs para decir lo primero que quiere decir, que significa "asimismo" o "también". Pablo acaba de mencionar la importancia que tiene la oración en la vida cristiana. Las mujeres, por lo tanto, deben comportarse con humildad y bondad, tal y como deben hacerlo los hombres de la iglesia. Por tanto, lo que Pablo dice aquí no es un principio general que solo se les aplica a las mujeres, sino la manera en que ese principio se les aplica específicamente a las mujeres.

Pablo está hablando aquí sobre la manera en que las mujeres deben vestirse y cuidar su cabello. Por aquel entonces, tal y como ocurre en la actualidad, las reuniones de la iglesia no eran un momento adecuado para vestirse de forma seductora o para llamar la atención. Los estilos de vestir varían, y los gustos cambian según la época y la cultura. Sin embargo, más allá de todo eso, la forma de vestir de las mujeres (y de los hombres) debía ser apropiada, sobre todo durante los momentos de culto y adoración a Dios.

En segundo lugar, las mujeres no debían peinarse de manera "ostentosa". Este es otro comentario que requiere una cuidadosa comprensión cultural del contexto histórico. Pablo no dice que ciertos peinados sean necesariamente pecaminosos, sino que el problema es el mensaje que se manda con esos peinados dentro de esa cultura y los motivos por los que las mujeres se peinaban así. Por ejemplo, en la cultura de Éfeso, el pelo trenzado indicaba que una persona tenía un alto estatus. En aquella época, peinarse de esa manera requería mucho tiempo y dinero, algo que también ocurre en la actualidad con ciertos tipos de peinados. Las personas que ponen tanta energía en la manera en que se peinan se están centrando más en ellos mismos que en adorar a Dios.

Después de eso, Pablo habla de la ropa lujosa y las joyas llamativas. Pablo habla de esto debido a que muchas personas se gastan el dinero en sí mismos en lugar de ayudar a los demás (1 Timoteo 6:10). Una vez más, la ropa y las joyas no son de por sí algo malo, sino que hay considerar el mensaje que se quiere enviar y el efecto que provocamos al llevarlas. En ese tiempo, tal y como ocurre ahora, los servicios de adoración no eran un baile de graduación, un evento social o una fiesta donde las mujeres -o los hombres- se vestían para impresionar a los demás, sino que eran y son momentos para adorar a Dios y centrarse en Él. La ropa no solo puede distraer a los demás, sino que también puede distraer a las personas que están demasiado preocupadas por su apariencia.
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