Verso
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Santiago 5:16

LBLA Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.
NBLA Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración (súplica) eficaz del justo puede lograr mucho.
NVI Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.
RV1960 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
JBS Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos. Porque la oración eficaz del justo, es muy poderoso.

¿Qué significa Santiago 5:16?

Santiago continúa animando a sus lectores a que dependan de Dios más que de nada en el mundo, y les pide que oren. Durante los versículos anteriores, les pidió que respondieran ante los problemas orándole a Dios, que canten canciones de alabanza con alegría, y que llamaran a los líderes de la iglesia cuando alguien estuviera enfermo o sintiera que su fe era débil.

Aquí, en el versículo 16, Santiago dice que los cristianos deben confesarse los pecados y orar los unos por los otros para que podamos ser sanados. Tal y como ocurre en los versículos anteriores, algunos eruditos de la Biblia piensan que la palabra "sanados" se refiere a la curación de una enfermedad física. Otros entienden que se refiere al desánimo y la debilidad espiritual. En cualquier caso, esta curación requiere dos cosas por parte de los cristianos.

Primero, debemos confesar nuestros pecados y orar los unos por los otros. Al mismo tiempo, Santiago no nos ofrece ningún tipo de detalles acerca de cómo deberíamos hacer esto en la práctica. ¿Debemos presentarnos ante la congregación de la iglesia y anunciar todos nuestros pecados que cometimos la semana anterior? Eso nos parece poco probable. Lo más probable es que Santiago tenga en mente la idea de que los cristianos formen parte de un grupo en el que puedan confiar, ya que necesitamos compañeros creyentes con quienes podamos ser vulnerables. En un entorno así, es más fácil confesar nuestros pecados y orar los unos por los otros.

En la actualidad, hay muy pocos cristianos que hagan esto. Simplemente tenemos demasiado miedo de mostrarles nuestras debilidades a los demás. Sin embargo, Santiago se está dirigiendo a sus lectores, pero también a nosotros. La iglesia sería mucho más saludable si oráramos más los unos por los otros, amándonos tal y como se ama una familia, para superar nuestros pecados. Después de todo, dice Santiago, la oración funciona. Dios escucha y nos responde. La oración de una persona justa es poderosa y eficaz porque Dios escucha y actúa en consecuencia, pero siempre de acuerdo con Su voluntad.
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