¿Qué significa Santiago 5:10?

Santiago anima a sus lectores cristianos, quienes estaban siendo oprimidos y perseguidos por personas ricas que no eran creyentes, a ser pacientes durante su sufrimiento. Debían negarse a ceder ante la presión de volverse los unos en contra de los otros. En lugar de eso, debían seguir creyendo en la promesa de Dios: que el día del Señor llegará y al final todo se acabará arreglando.

Antes de esto, Santiago puso de ejemplo a las personas que trabajan en el campo, ya que son muy pacientes mientras esperan a que llegue la cosecha. Aquí, Santiago les pone el ejemplo de los profetas del Antiguo Testamento. Estos hombres se dedicaron a entregarle los mensajes de Dios a Su pueblo, y muchas veces hablaban sobre el juicio de Dios. En realidad, no sabían cuándo se iban a cumplir las promesas de Dios, pero los profetas a menudo tuvieron que sufrir mucho mientras esperaban a que Dios las cumpliera.

Estos hombres fueron muy pacientes durante su sufrimiento, dice Santiago, y confiaron en que Dios estaría con ellos hasta que se cumpliera Su promesa o todos sus sufrimientos se terminaran. Por tanto, nosotros deberíamos hacer lo mismo.

Los lectores de Santiago habrían entendido algo importante e implícito al leer las palabras de Santiago: muchos de los profetas judíos murieron mientras esperaban a que el Señor cumpliera Sus promesas. Las predicciones sobre el Mesías, por ejemplo, se cumplieron siglos después. Esta es una perspectiva clave, porque Santiago no nos promete que Dios necesariamente liberaría a sus lectores y lo arreglaría todo antes de que murieran. En cambio, Santiago los está animando a que permanecieran fieles en esta vida, tal y como lo hicieron los profetas, hasta que llegara la recompensa de la eternidad.

Al mismo tiempo, eso no significa que el día del Señor no pudiera llegar antes de que se acabe nuestra vida aquí en la Tierra. Más bien, debemos pensar que la promesa de Dios llega hasta la eternidad. Esta vida es corta por definición, y Dios nos llama a esperar con paciencia y fortaleza, y a que confiemos en Él durante todo el proceso, sin importar nuestras circunstancias.