¿Qué significa Santiago 5:11?

Santiago continúa animando a sus lectores cristianos, quienes estaban sufriendo mucho, a que siguieran permaneciéndole fieles a Dios, a que confiaran en Él a través de Sus sufrimientos mientras esperaban la llegada el día del Señor. En el versículo anterior, los animó a seguir el ejemplo de los profetas del Antiguo Testamento que permanecieron fieles a través de las difíciles circunstancias por las que pasaron mientras le comunicaban el mensaje de Dios a Su pueblo.

Por el contrario, el mundo trata evitar el sufrimiento, de buscar todo lo que deseamos en la vida, sin importar lo que cueste, sin importar a quién le duela. Santiago nos ha dejado claro que la meta para los cristianos es muy diferente. El éxito consiste en permanecerle fieles a Dios a pesar del sufrimiento. Santiago usa la palabra griega makarizomen, que literalmente significa "concluir que algo ha sido bendecido o ha tenido éxito". Santiago alaba a las personas que demuestran su confianza en Dios mediante la obediencia y el servicio a los demás.

Ahora, Santiago pone otro ejemplo de una persona que mostró este tipo de fidelidad a pesar de sus sufrimientos. Algunos dirían que este es, de hecho, el ejemplo definitivo. Esta historia se cuenta en el libro de Job. Job fue un hombre que tuvo que soportar enormes sufrimientos, y nunca dejó de tener fe en Dios. Al final, Dios lo recompensó devolviéndole todo lo que había perdido y dándole mucho más de lo que tenía antes. Los cristianos deben seguir el ejemplo de Job, quien le fue fiel a Dios durante todos sus sufrimientos, tanto físicos como emocionales, sabiendo que, gracias a Jesús, un día recibiremos muchísimas más bendiciones de las que el sufrimiento nos haya hecho perder.

Santiago termina este versículo diciendo algo sobre carácter de Dios: Dios es compasivo y misericordioso. El carácter de Dios no cambia. La bondad de Dios sigue siendo la misma incluso cuando estamos sufriendo. Dios siempre tiene compasión por Su pueblo durante nuestros sufrimientos, y siempre es misericordioso con los que están en Cristo, ahora y para siempre.

Por tanto, debemos recordar esta verdad cuando suframos por mucho tiempo y cuando haya días que sea muy difícil soportarlo.