¿Qué significa Santiago 5:15?

El versículo 15 debe leerse en contexto con el versículo 14 para entenderlo completamente. De hecho, comprender ese versículo y su significado es crucial para comprender lo que Santiago está diciendo y lo que no está diciendo en este pasaje. En el versículo 14, Santiago dijo que las personas que son "débiles" (tanto espiritual como físicamente) deben llamar a los ancianos o líderes espirituales de su iglesia local para que oren por ellos y viertan aceite sobre ellos.

Aquí, en el versículo 15, Santiago comparte lo que ocurre cuando los ancianos comparten esa "oración de fe": el Señor lo levantará de su lecho y perdonará sus pecados. Si Santiago está hablando en estos dos versículos de una persona que está enferma físicamente, entonces Santiago está prometiendo que esa persona se curará físicamente. Sin embargo, si esta persona está débil debido a su falta de fe, Santiago promete que Dios restaurará a esa persona. En cualquier caso, si la causa del problema es el pecado en la vida de esa persona, Dios les perdonará sus pecados.

Cualquier versículo que parezca prometernos una curación física de manera incondicional, incluso en respuesta a una oración de fe, puede confundirnos un poco. ¿Significa esto que cada persona que siga estos pasos específicos en este orden específico puede ser sanada de su enfermedad en cualquier momento?

Es una pregunta delicada, pero para entender esta promesa, debemos mirar el versículo más de cerca. Cuando los ancianos de la iglesia oran en nombre de esta persona con una fe sincera, mientras le ungen con aceite, el Señor restaurará a esa persona. Sin embargo, Santiago no dice nada de cómo ni cuándo lo acabará haciendo: quizás ocurra de inmediato, o quizás ocurra en la eternidad, lo cual ciertamente puede ser una respuesta menos satisfactoria. En cualquier caso, las personas que creemos en Cristo sabemos que un día resucitaremos por el poder del Espíritu Santo, y de eso podemos estar seguros.

Lo más importante aquí es que Santiago dice que los cristianos no deberían sufrir en privado, sino que deberíamos orar y pedirles a otros que oren por nosotros, sabiendo que Dios nos responderá de acuerdo con Su voluntad.