¿Qué significa Romanos 4:5?

Pablo está mostrando la diferencia que existe entre ser justificado con Dios a través de las obras en lugar de a través de la fe. Si pudiéramos ser justificados ante Dios por las obras, escribió Pablo en el versículo anterior, entonces Dios nos debería esa justicia, y esa justica se entendería como el sueldo que recibimos cuando trabajamos por algo; como si esto se tratara de una transacción que estuviéramos haciendo con el Dios que reside en el Paraíso. Sin embargo, Pablo ya nos ha demostrado en Romanos que nadie puede hacer tal cosa. En cambio, todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23).

Ahora, Pablo señala lo contrario de ganarse algo a través de nuestros esfuerzos: recibirlo como un regalo. La diferencia radica en no trabajar pensando en "ganarse" o comprar ese beneficio: quien recibe un regalo, debido a que es un regalo, no trata de ganárselo. ¿No sería eso contraproducente? En cambio, la persona que recibe el regalo simplemente cree en el Dios que justifica al pecador. Por lo tanto, su fe es lo que hace que Dios finalmente lo justifique.

Pablo acaba de añadir otro adjetivo sobre Dios: "aquel que justifica al pecador". Este es el objetivo del evangelio de Jesucristo. Dios no espera que seamos piadosos o justos por nuestra cuenta sin que Él antes nos de la bienvenida a Su familia, sino que es a través de nuestra fe en Jesús, quien es perfecto y justo, cuando Dios nos justifica a pesar de nuestra pecaminosidad; no hay mayor regalo que éste.

Lo que Pablo quiere decirles a sus oponentes, los líderes religiosos judíos, es que esto proviene de las enseñanzas de la Escritura misma y no es algo que él se haya inventado.