¿Qué significa Romanos 4:2?

Pablo ha pasado gran parte de esta carta señalando que nadie puede ser justificado ante Dios siguiendo las obras de la ley. Nadie puede escaparse del juicio y la ira de Dios, debido a sus pecados personales, ya que todos han pecado (Romanos 3:10).

Ahora Pablo está hablando del antepasado principal de Israel, el "padre" Abrahán. Él es el ejemplo supremo que demuestra que para reconciliarnos con Dios debemos hacerlo a través de la fe y no a través de las obras. Hipotéticamente, dice Pablo, si Abrahán hubiera sido justificado ante Dios por sus obras, tendría algo de qué jactarse. Por supuesto, nadie puede justificarse por sus obras. Sin embargo, incluso si Abrahán fuera justificado de esta manera, lo que significa que nunca habría pecado y solo habría hecho buenas obras, Abrahán no podría jactarse de eso ante Dios. Dios, que es santo y perfecto, no se impresionaría con las buenas obras de un ser humano.

Los seres humanos simplemente no pueden ser justificados ante Dios a través de sus propios esfuerzos.