¿Qué significa Romanos 11:6?
Aunque la gran mayoría de los israelitas habían rechazado a Cristo y todavía estaban tratando de recibir la justicia de Dios siguiendo la ley, Pablo insiste en que un remanente de israelitas si estaba en Cristo. Pablo escribió en el versículo anterior que Dios los había elegido para Sí mismo a través de Su gracia.Ahora Pablo reafirma lo que significa la gracia. Pablo quiere disipar cualquier idea que haga referencia a las obras como la vía por la cual los israelitas pueden llegar a estar con Dios. La "gracia" significa recibir algo bueno de alguien cuando uno no se lo merece; siempre se da y nunca se paga. La idea de que el trabajo de una persona, como cumplir la ley, podría contribuir de alguna manera a recibir la gracia de Dios, es una idea que se contradice a sí misma. Si eso fuera posible, la gracia no sería gracia, escribe Pablo.
Aquellos que permanecen como el remanente de Israel por su fidelidad entienden que no han sido salvos por sus obras, sino que han ido hacia Dios a través de la fe en Cristo.
Si bien este versículo está destinado a corroborar una idea sobre Dios e Israel, también traza una línea clara en términos de teología. En realidad, no hay un área gris entre la salvación basada en obras y la salvación basada en la gracia; ninguna en absoluto. En el momento en el que se depende de las obras —el cumplimiento de la ley, la realización de rituales, la realización de sacramentos o las buenas acciones— automáticamente se rechaza la gracia. Esta es una verdad que a menudo es difícil de aceptar, pero es una enseñanza clara de las Escrituras. Si las obras, en algún sentido, contribuyen a la salvación, entonces esa salvación ya no es "a través de la gracia". La idea de Pablo aquí es que, debido a que la salvación se produce a través de la gracia, las obras no tienen absolutamente ningún papel que desempeñar a la hora de asegurarla.
Romanos 11:1–10 presenta a Pablo insistiendo en que Dios no ha rechazado a Israel para siempre, a pesar de que se negara a aceptar a Cristo. Por un lado, el mismo Pablo y una parte del pueblo judío han confiado en Cristo por la gracia de Dios. Dios ha endurecido al resto de Israel en su incredulidad, haciéndoles tropezar con la piedra de tropiezo que es Jesucristo; siguen siendo incapaces, por ahora, de ver que seguir la ley no los llevará a ser justos ante Dios. No obstante, la historia no se acaba aquí.
En Romanos 11, Pablo concluye la exploración del plan que Dios ha preparado para Israel, su pueblo elegido. Es cierto que, como nación, Israel ha rechazado la fe en Cristo, pero una parte de los israelitas ha creído en Jesús. Dios ha endurecido a los demás en la incredulidad, pero traerá a Israel de regreso a la fe cuando suficientes gentiles lo hayan aceptado a través de Cristo. Entonces, muchos israelitas también confiarán en Cristo, y Dios renovará Su pacto con Su pueblo. Pablo concluye esta sección con un poderoso poema o himno que habla sobre la independencia de Dios, y sobre cómo Dios está más allá de todo conocimiento.