¿Qué significa Mateo 4:8?

Satanás tentó a Jesús de manera progresiva. Satanás comenzó desafiando el apetito físico de Jesús, ya que sabía que Jesús tenía hambre, literalmente se estaba muriendo de hambre, después de haber hecho un ayuno de 40 días. La primera tentación fue que Jesús convirtiera unas piedras en pan para demostrar que Él era el Hijo de Dios. Sabiendo que esto no era la voluntad de Dios, Jesús dijo que no (Mateo 4:1–4).

En segundo lugar, el diablo tentó a Jesús para que pusiera a prueba la Palabra de Dios que aparece en el Salmo 91: que los ángeles no permitirían que se lastimara. El desafío de Satanás era que Jesús saltara desde el punto más alto del templo judío en Jerusalén y que los ángeles lo rescataran de una manera dramática. Quizás Satanás quería que Jesús se convirtiera en rey de Israel sin pasar por la cruz y, de ese modo, Jesús fuera en contra de la voluntad de Dios. Jesús dijo que no (Mateo 4:5–7).

Ahora Satanás se llevó a Jesús a un monte alto. La ubicación parece ser un lugar literal; sin embargo, lo que Jesús vio podría haber sido una visión o imágenes sobrenaturales. El Diablo le mostró a Jesús todos los reinos del mundo y su gloria. El hecho de que Satanás se llevara a Jesús a un monte alto ayuda a añadirle más dramatismo a esta escena, por lo tanto, no se debe entender como un lugar literal desde el que Jesús pudo ver todos los reinos del mundo. Satanás le ofreció a Jesús el dominio de toda la tierra, aunque a cambio de un precio muy alto.