¿Qué significa Mateo 16:18?
Este versículo a menudo se malinterpreta porque muchas veces se saca de contexto. Al igual que con otros versículos, esto se debe en parte a la traducción. Las palabras en griego nos muestran que hay una relación entre ellas que no es tan obvia en español. En este versículo, Jesús está respondiendo a la declaración de Pedro de que Él era el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Jesús le dijo a Pedro que era bienaventurado por haber entendido esto e insistió en que Dios el Padre había sido quien le había dado este entendimiento a Pedro (Mateo 16:13–17).Los católicos romanos señalan lo que Jesús dice aquí como evidencia de que Jesús estableció a Pedro como la primera persona a cargo de un trabajo especial en la iglesia en la Tierra. Creen que Pedro fue el primer Papa, que Jesús le dio una autoridad espiritual especial que estaba por encima de la de los demás discípulos y todos los creyentes que había en ese momento. Según esa afirmación, la "roca" sobre la que Jesús edificaría la Iglesia fue el mismo Pedro.
Sin embargo, hay un elemento importante en lo que se refiere a cómo se forma la frase. Tal y como está escrito en griego, el nombre de Pedro es Petros, que significa "roca" o "piedra", y la palabra que Jesús usa es petra, que significa "roca" refiriéndose a la sustancia o el material. Jesús no dice "tú eres Petros, y sobre este Petros edificaré…" ni tampoco dice, "tú eres petra, y sobre esta petra edificaré". Más bien, Él dice: "tú eres Petros [una piedra], y sobre esta petra [roca] edificaré mi iglesia". La roca sobre la que Dios establecerá Su iglesia era la confesión que Pedro acababa de hacer: que Jesús era y es "el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mateo 16:16).
Pedro ciertamente se convirtió en el líder de los discípulos y el primer evangelista de Cristo durante los primeros días de la iglesia. Bajo el poder del Espíritu Santo, Pedro predicó el sermón inicial cuando nació la iglesia y 3000 personas pusieron su fe en Cristo en un solo día (Hechos 2). Sin embargo, Pedro estaba lejos de ser perfecto y su fe flaqueó en varias ocasiones, tanto antes de la muerte y resurrección de Cristo (Mateo 16:23) como durante la época de los apóstoles (Gálatas 2:11–14).
Sin embargo, la iglesia, el grupo de personas que han decidido depositar su fe en Cristo como su Salvador, existe solo debido a la verdad central de que Jesús es el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Ese es el poder que impide que las puertas del infierno acaben venciendo a los que están en Cristo, Su pueblo, la Iglesia. Pedro juega un papel vital por un tiempo, pero finalmente acaba desapareciendo de la historia primitiva de la iglesia después de Hechos 16. Tal y como se había prometido, el fundamento del nuevo pacto de Dios no era ninguna persona o lugar falible, sino la creencia y la fe que habitaría en los corazones y las mentes de todos los creyentes (Hebreos 8:6–13).
