¿Qué significa Efesios capitulo 4?
En el capítulo 4, Pablo habla tanto de la unidad que debe haber entre los creyentes como la nueva esperanza que los cristianos tienen en Jesús. El pasaje comienza con Pablo hablando de su encarcelamiento y la unidad de los cristianos (Efesios 4:1–16), y les pide que vivan de tal modo que reflejen la gracia que Dios nos ha concedido. Durante la segunda parte de este pasaje, Pablo habla sobre la nueva vida que los creyentes tienen en Jesús (Efesios 4:17–32). Pablo comienza a asignar acciones y actitudes específicas al "nuevo yo" que todos los creyentes deben asumir en Cristo.La primera parte del capítulo (Efesios 4:1–6) inicia una nueva sección en la que Pablo anima a sus lectores a que vivan de acuerdo con la vocación que han recibido como creyentes (Efesios 4:1) Pablo les pide que vivan con humildad, mansedumbre, paciencia y amor (Efesios 4:2). La unidad y la paz son esenciales (Efesios 4:3), y Pablo señala la importancia de que hay un solo Espíritu, una sola esperanza, un solo Señor, una única fe, un solo bautismo, y un solo Dios y Padre de todos (Efesios 4:5–6). Cristo nos ofrece Su gracia tal y como Él lo cree conveniente (Efesios 4:7).
A continuación, Pablo cita el Salmo 68:18 (Efesios 4:8) para fundamentar lo que está a punto de enseñarles a los efesios. Pablo hace un contraste entre ascender y descender, refiriéndose muy probablemente al hecho de que Cristo vino del cielo a la Tierra. Sin embargo, algunos piensan que Pablo está hablando sobre lo que Jesús hizo entre Su muerte y resurrección durante esos tres días. El versículo 11 inicia una parte importante de la carta que trata sobre los líderes de la Iglesia. Pablo dice que hay apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Algunos intérpretes creen que el rol de pastor-maestro es el mismo. Estos líderes tienen un propósito principal: equipar a los creyentes para la obra del ministerio (Efesios 4:12). Esta obra edifica la iglesia y aumenta la unidad, el conocimiento y la madurez (Efesios 4:12–13). Por lo tanto, los dones espirituales no son la única bendición, sino que las personas que Dios ha llamado para dirigir la iglesia también son dones en cierta manera.
La madurez es importante porque evita que los creyentes se distraigan mientras siguen el camino del Señor, y también les ayuda a evitar los engaños procedentes de las falsas enseñanzas que surgen en el mundo (Efesios 4:14). En cambio, los creyentes maduros deben compartir la verdad con amor (Efesios 4:15), centrándose en Cristo, quien mantiene unido al cuerpo de Cristo (Efesios 4:16).
La segunda parte de este capítulo (Efesios 4:17–32) se centra en la nueva vida que los creyentes tienen en Cristo. Los creyentes ya no deben vivir en pecado "como los gentiles" (Efesios 4:17). En este contexto, Pablo utiliza el término "gentiles" para referirse a las personas que todavía no han alcanzado la salvación de Cristo a través de Su gracia mediante la fe. Los no creyentes carecen de entendimiento y están separados por Dios debido a la dureza que habita en sus corazones (Efesios 4:18). Además, se han vuelto insensibles en lo que respecta al pecado (Efesios 4:19). Los creyentes deben vivir de una manera diferente (Efesios 4:20–21), deben despojarse de este "viejo yo" y centrarse en las cosas espirituales (Efesios 4:23), vistiéndose del "nuevo yo" que se basa en la bondad de Cristo (Efesios 4:24).
Como parte de este "nuevo yo", todos los creyentes deben decirle la verdad a "su prójimo", ya que somos parte de una única familia (Efesios 4:25). No debemos pecar cuando estamos enojados (Efesios 4:26), para no darle al Diablo ninguna oportunidad o ventaja en nuestras vidas (Efesios 4:27). Los creyentes deben trabajar honestamente (Efesios 4:28), animar a los demás (Efesios 4:29) y no entristecer al Espíritu Santo (Efesios 4:30). Los creyentes deben rechazar todo tipo de acción o motivación que se base en el pecado (Efesios 4:31); deben ser amables los unos con los otros y perdonarse entre sí, tal y como Cristo nos ha perdonado (Efesios 4:32).